A 25 años de una tarde histórica

Se cumple un cuarto de siglo de una de las historias más emocionantes del hincha Rojo. El 22 de diciembre de 1983 Independiente le ganaba 2 a 0 a racing, salía Campeón y despedía al clásico rival, que jugaría los dos años siguientes en la B.

Hermosa bandera

"Era una tarde de sol, yo era campeón, vos descendías", dice la parcialidad Roja en uno de los más hermosos hits jamás cantados por hinchada alguna en el mundo. Que en la misma tarde se conjuguen dos sentimientos tan hermosos para un fanático de un club podríamos afirmar que no se ha dado nunca en ninguna institución: salir campeones jugando ante el clásico rival de siempre, que esa tarde se va al descenso. "Cómo me voy a olvidar, fue lo mejor que me pasó en la vida", dice la tribuna, y no se equivoca.

Porque eso pasó, no es ciencia ficción y es inolvidable. Hace hoy 25 años, el 22 de diciembre de 1983, por el campeonato Metropolitano Independiente derrotó, con goles de Trossero y Giusti, 2 a 0 a racing. El equipo de José Omar Pastoriza se consagraba campeón argentino y comenzaba una etapa de gloria que lo llevaría a ganar su séptima Copa Libertadores y la segunda Intercontinental.

Aquella tarde el Rojo formó con: Gustavo Moriconi; Rodolfo Zimmerman, Hugo Villaverde, Enzo Trossero, Néstor Clausen; Ricardo Giusti, Claudio Marangoni, Ricardo Bochini, Jorge Burruchaga; Enrique Sánchez y José Percudani.

Además, formaban parte del plantel: Carlos Goyén, Carlos Enrique, Mario Killer, Pedro Monzón, Jorge Olguín, Ariel Wiktor, Carlos Carrizo, Horacio Godoy, Sergio Merlini, Miguel Oviedo, Gerardo Reinoso, Gabriel Calderón, Carlos Morete y Oscar Ortiz.

La formación del Rojo el 22/12/83

El equipo campeón de Independiente cosechó 48 puntos, producto de 16 partidos ganados sobre 36 jugados, con 16 empates y sólo cuatro derrotas. Marcó 54 goles y le hicieron 38. Los goleadores del equipo fueron Burruchaga con 15 y Percudani con 11.

La contracara fue la academia, que se iba a la B y se terminaría quedando allí dos largos años. La historia los marcó para siempre con ese descenso y la humillación de haber visto en sus caras la vuelta olímpica del Rojo y el hundimiento propio.

Pastoriza recordaba el clásico de esta manera: "No pensé ningún planteo especial para ese partido. Con el equipo que teníamos, los rivales eran los que tenían que preocuparse de cómo enfrentar a Independiente. Nunca vi un clima tan especial. Era una fiesta para media Avellaneda y un funeral para la otra mitad. Me dio pena por racing porque yo había jugado en ese club. Pero el ambiente era tan contagioso que me ganó la alegría y no paré de festejar. La verdad, es que los hinchas tuvieron su partido ideal".

Trossero define el partido

"Como jugador le quería ganar a racing a muerte, más que nada por la gente", dijo Bochini. El primer tanto lo marcó Ricardo Giusti, el Gringo, que hizo delirar a la Doble Visera. Luego fue Enzo Trossero quien convirtió el segundo, en el complemento. "Con el 2 a 0 respiramos. Pudimos haber hecho más goles, pero nos dedicamos a controlar la pelota porque ambos equipos queríamos que terminara el partido cuanto antes", dijo Burruchaga.

Tapa histórica de El Gráfico

Hoy, a un cuarto de siglo de aquella jornada histórica, recordamos con alegría ese título inmenso que trajo consigo la yapa inigualable de la última estocada al rival de siempre, para enviarlo al fútbol de los sábados. Por dos años no tuvimos clásico, y así lo expresaría Claudio Marangoni: "No me alegré de la desgracia ajena. Porque significaba que no íbamos a jugar con ellos al año siguiente y era una tristeza... porque estábamos acostumbrados a ganarles siempre..."

Declaraciones extraídas de Independiente 1905