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El Rojo se entrenó en el Complejo Santo Domingo pensando en repuntar esta mala serie y salir del pozo. Antes de la práctica, los jugadores se vacunaron contra la rubéola. Quizás venía bien una contra la malaria o la mufa.


Independiente piensa en el próximo sábado cuando en Rosario enfrente a Central en Arroyito, y por eso retomó ayer los entrenamientos, con rutinas físicas y fútbol reducido. Todos cumplieron con los trabajos, excepto Matías Di Gregorio, quien tiene una distensión del recto anterior derecho.

Antes del entrenamiento, todo el plantel profesional se vacunó contra la rubéola, siguiendo la campaña nacional aplicada por el Ministerio de Salud, que dispone que todos los varones de entre 16 y 39 años deben vacunarse. Una ambulancia de la Municipalidad de Avellaneda llegó al Complejo de Santo Domingo, donde les aplicaron la vacuna a todos los jugadores de la Primera y de las 4º, 5º y 6º división.

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