Es la hora, es la hora...

Independiente volvió a distraerse sobre el final del partido y a pesar de haber merecido la victoria, se fue sin nada porque Tigre convirtió a los 46' del segundo tiempo.

Caracoche volvió a jugar de marcador central

Mucho deberá trabajar Santoro en la concentración del equipo, pero también en lo emocional y en algunos rasgos de inteligencia, porque un partido que el Rojo mereció ganar termina perdiéndolo por un pelotazo desde la mitad de cancha, una mala marca en el área y a otra cosa. Da bronca, nuevamente, perder de esta manera que ya parece ser costumbre en este campeonato en el que Independiente recibió todos los goles en los segundos tiempos.

No hay duda de que Tigre, además, anda de racha. El ahora líder del campeonato (hasta que mañana juegue San Lorenzo) aunque está aceitado y tiene un par de buenos jugadores, liga. Porque si hoy tenía que haber un ganador en Victoria ese era Independiente.

El local sólo llegó con un tiro libre de Martín Morel a los 13', que Assmann desvió con la mano, dio en la base del palo y le volvió al arquero, que luego se chocó la cabeza con el parante. Luego de esa situación de peligro claro, el conjunto de Cagna no hizo más méritos para llevarse los tres puntos. Sólo un cabezazo aislado de Lázzaro en el segundo tiempo, bien resuelto por el arquero Rojo.

Independiente hizo lo que tenía que hacer en la primera etapa: le quitó la pelota al Matador, le anuló los circuitos creativos y se afianzó en los dos centrales, en el medio, con un buen debut del juvenil Vittor, y con Montenegro y Ríos, otra vez en una buena noche.

Entre los 20 y los 35 minutos fue lo mejor del Rojo y si Núñez hubiera estado más afiatado, hablaríamos de un resultado distinto. Bien asistido por el Rolfi, el Gordo perdió dos veces la chance, enviando la pelota por arriba del travesaño.

En el complemento, ambos equipos comenzaron con muchas imprecisiones, y la pelota pasaba más tiempo "prestada" que pasada. Montenegro seguía siendo el generador de juego del Rojo, y Tigre llegaba con algo de peligro a través de Altobelli.

Si algo se le puede criticar a Santoro es que nuevamente hizo tarde los cambios, y el equipo, se nota, no responde físicamente. Gandín ingresó por Núñez faltando poco menos de 15 minutos, y el Patito Rodríguez sólo pudo mostrarse cinco. Sobre la hora nuevamente casi lo gana Independiente, con un remate lejano de Montenegro que Islas no contiene bien, aunque el Chipi no llegó a conectar.

Y se moría nomás el juego, nuevamente entrábamos en tiempo de descuento cuando un pelotazo desde el círculo central de Castaño, que Ayala baja de cabeza en el punto del penal para la entrada de Luna, con el arco descubierto por la salida de Assmann. El gol y la victoria de Tigre, luego de 53 años frente a Independiente.

Será tiempo de que Santoro les hable a los muchachos y les cuente que muchas veces los partidos duran más de 90 minutos.

Emiliano Penelas