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A los 25 minutos de la segunda mitad, Ustari salió a cubrir una pelota que saldría por el fondo de la cancha y al girar sintió un dolor en la rodilla. Los médicos lo llevaron directamente al vestuario, con los ojos llenos de lágrimas. Ojalá no sea grave.


Tal como nos tiene acostumbrados, lo de Oski no fue espectacular ni impactante, pero transmitió seguridad y confianza en todos los partidos del campeonato.

Contra Holanda no era la excepción, pero de golpe, cuando faltaban 20 minutos para que termine el tiempo reglamentario, fue a buscar una pelota que venía con destino de saque de meta y al girar sus pies se clavaron en el piso y la rodilla izquierda hizo un mal movimiento.

Con el balón afuera, inmediatamente se tiró al piso y los médicos ingresaron con el presentimiento de que había sucedido algo serio, que comprobaron al ver las lágrimas del ex arquero de Independiente.

Al 1 de la Selección lo llevaron directo al vestuario y en su lugar entró Sergio Romero. Luego del partido se lo iba a someter a estudios en Shanghai para determinar la gravedad de la lesión. En caso de no poder continuar en el plantel, la Argentina puede hacer una incorporación, y sería el arquero del Napoli Cristian Navarro.

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