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El fútbol argentino tiene esas cosas que no se entienden, y deja colgado un campeonato una semana cuando está al borde de su resolución. Quizás sea, como señala Fernández Moores en el artículo que publicamos estos días, una más de las cosas que son "para la gilada".


¿Qué hubiera ocurrido si no se definía el campeonato? ¿Ganaría más la televisión? ¿Los medios gráficos? ¿Se imagina hablando quince días a los hinchas de River, de Estudiantes o de quien sea, con la expectativa de resolver el juego... en el medio, un partido clave por las Eliminatorias contra Brasil. Sería demasiado pensar que quizás si se pierde en Belo Horizonte pronto se estaría hablando de otra cosa, de nuevo al circo criollo.

Algo falló en esos cálculos, porque campeón ya hay. A veces, parece, hay resultados que escapan a esa lógica prediseñada, en donde se cruzan equipos que juegan por el descenso contra aquellos que pelean el título, o en la última fecha definen quienes van a la Promoción.

En la zona baja de la tabla las cosas no están definidas, y falta conocer descensos y repechajes de la A y el Nacional B. Como si todo esto fuera poco, todavía pueden darse casos cuando menos curiosos, como tener una promoción entre Colón y Unión para ver si los Sabaleros descienden o los Tatengues suben. O, en la segunda división, racing de Córdoba puede enfrentarse, desde el Torneo Argentino A, con Talleres de esa misma provincia o -más macabro aún-, la misma T puede cruzarse con Instituto y definir quién va a la Promo y quién se salva de todo.

¿Dónde se jugarían esos partidos, encuentros que harían parecer como pequeñas batallas lo ocurrido en Kosovo? ¿Por qué la AFA no apela a sistemas menos traumáticos para liberar esos trámites? ¿No se está cargando de un dramatismo exagerado el fútbol? ¿Quién se beneficia con semejante morbo? ¿No genera más violencia este esquema?

Por otro lado, quienes criticaban los campeonatos largos por aburridos, deberían pensarlo dos veces cuando en un fútbol tan competitivo como el nuestro encontramos que faltando una fecha, si vemos la tabla anual, Boca superó a Estudiantes por un punto y hasta la semana pasada River y San Lorenzo todavía tenían expectativas. ¿Y los promedios del descenso? Nada estaría definido si quienes se fueran sean, como corresponde, los peores equipos de la temporada. Jujeños y sanjuaninos estarían disputándose ese raro honor, pero el Lobo platense está a sólo dos puntos de ser último, y racing de todas maneras estaría en zona de Promoción. Olimpo, como todo equipo que recién sube, gran castigado por el promedio, estaría zafando por completo.

Como si ya todo fuera poco, quienes peor han hecho las cosas en un año -los equipos de Primera División, los de la B, los de la C, todos los que van a jugar con los de abajo- tienen "ventaja deportiva" contra quienes debe enfrentar y provienen de la categoría inferior. Esos equipos, durante los últimos doce meses se esforzaron, ganaron más de lo que perdieron o empataron, fueron superiores a casi todos los rivales de su división, y sin embargo, dos empates, por ejemplo, los dejan fuera del premio del ascenso. Siga el baile.

Emiliano Penelas

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