Independiente ha logrado algo impensado tiempo atrás, al hilvanar cinco victorias consecutivas que le permitan esperanzarse con pelear entre los punteros. Gracias a este desempeño, y a pesar de un fixture duro por delante, hay plena confianza en el equipo.

Sin dudas, el último paso de Miguel Ángel Santoro, tras un flojo comienzo con Pedro Troglio, ha traído al público, pero sobre todo al plantel de Independiente, la confianza necesaria para afrontar la última parte del campeonato con expectativas.
Difícil es la parte que le tocó a Claudio Borghi, tercer entrenador del año para el Rojo, ya que el sprint final del torneo acumula los partidos más complicados, con clásicos y lucha entre los punteros. Sin embargo, es precisamente eso lo que perminte soñar aún más con un final si no consagratorio, al menos esperanzador, buscando quedar lo más arriba posible en las posiciones y luchando por entrar a las copas continentales.
Enfrentar a River o Estudiantes, los próximos rivales y actuales punteros del campeonato, tiene un incentivo extra para un equipo que lleva cinco triunfos consecutivos y llega con la moral alta. Luego vendrán racing, peleando la Promoción; Vélez, que juega por lo mismo que el Rojo; y el cierre ante Arsenal, en condición de local. A la vez, los rivales se cruzan entre sí, por lo que se restarán puntos y permitirán, en caso de quien consega una victoria, el reacomodamiento de la tabla.
Si a esto le sumamos la participación de Boca y San Lorenzo en la Copa Libertadores, obtenemos que Independiente es en parte dueño de su futuro, y lo saben jugadores y cuerpo técnico. Hay confianza en ellos, sabemos que lucharán hasta el final.
Emiliano Penelas
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