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El Rojo venció a Olimpo en Bahía Blanca luego de diez fechas sin triunfos fuera de Avellaneda. Metió tres goles en el primer tiempo, y pudieron ser más en el complemento. Buena imagen para Borghi.

Grisales, Ledesma, Montenegro y Denis celebran la segunda conquista

Si bien es cierto que el conjunto del sur de la provincia de Buenos Aires está cada día más hundido en el descenso, es importante el triunfo conseguido por los de Santoro, luego de medio campeonato sin ganar de visitante. Con buen juego, además, Independiente lo definió en el primer tiempo y pudo haber estirado su ventaja.

El encuentro fue todo de Independiente, que generó muchísimas situaciones de gol, quizás como hace tiempo que no se recuerde el hincha Rojo, y el resultado terminó siendo mentiroso. Con el Rolfi Montenegro y el Tanque Denis enchufados nuevamente, formando sociedades de ataque y siendo contundentes en la red, todo se hace más fácil.

Ledesma, que fue pieza importante en el mediocampo, asistió en los dos primeros goles, dejando primero solo a Denis para que llegara con una bonita definición de zurda, apenas tocándola ante la salida de Ramírez, y luego a Montenegro, que libre de marcas, luego de un saque lateral que terminó en el área chica, remató ante el arquero bahiense.

El regreso de Freddy Grisales le dio a Montenegro más tranquilidad para jugar a gusto como media punta, o tirarse adelante según como se diera el momento del juego. Hernán Fredes tambén anduvo derecho en un partido en el cual parecía que salían todas.

Y fue justamente Fredes quien comenzó la jugada del tercer gol, dejando mano a mano a Denis con Ramírez, a quien eludió y tocó despacito a la red con el arco vacío. Tres goles en 17 minutos fueron demasiado para el local, quien mostró la debilidad de aquel que se sabe condenado al descenso.

Montenegro grita su quinto gol en el campeonato

En la segunda parte el Rojo no se tiró atrás sino que siguió buscando y dispuso de muchas acciones que podrían haber aumentado el marcador. Grisales y Denis fueron hábilmente cubiertos por Ramírez. Gioda sufrió cuando su cabezazo fue despejado por Araujo en la línea y Fredes se lo perdió tras un desborde de Denis, quien a su vez estrelló un remate contra el palo derecho, Montenegro tomó el rebote, pateó e Ithurralde salvó cuando el Rolfi ya preparaba el grito de lo que era el cuarto. Además, por si fuera poco, al 10 le anularon un gol más tarde.

Finalmente, el tanto del eterno Lujambio, de cabeza y a poco del final, empañó un poco el resultado. Independiente, sin ser una maquinita, pudo llevarse tres puntos de Bahía, y la ilusión de volver a pensar en pelear por la clasificación para alguna copa.

Emiliano Penelas

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Miedo Escénico dijo... 13 de abril de 2008, 9:29 p.m.

por lo menos se mostró otra actitud.
los pases iban a los jugadores del equipo y no a los rivales.
y las pelotas al arco.
ojalá sea el comienzo de una levantada!