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Reproducimos la interesante nota del director técnico y periodista Christian Leblebidjian, publicada hoy por el Diario La Nación de Buenos Aires.


Ante Vélez, por el Clausura 2007, en su anterior interinato, Miguel Ángel Santoro no estaba conforme con la actitud de su equipo y, desde el banco, gesticulaba con las manos. “¡Hay que meter! ¡Vamos a meter!”, era el mensaje. Con el tiempo, volvieron a necesitarlo y en marzo último comenzó su 5° ciclo en Independiente en reemplazo de Pedro Troglio. La realidad desde los números es muy positiva: de los 5 partidos que dirigió ganó 3, empató 1 y perdió 1 (66% de eficiencia). Cuando tomó el timón, el equipo estaba 8° y ahora está 7°. Desde lo táctico y lo futbolístico, ¿qué le deja Santoro a Borghi? Un equipo con la autoestima elevada, que aprendió a ganar de visitante. Quizá sea porque siempre lo llamaron en situaciones complicadas, Pepé armó sus equipos de atrás hacia adelante. Desde los nombres se aferró a la línea de cuatro zonal (Troglio también había probado con tres defensores), sumó a Ledesma al medio campo, le hizo un lugar a un histórico como Pusineri y volvió a ubicar a Montenegro como delantero. Sin hacer mucho ruido, se distanció de su antecesor: en las últimas cinco fechas se vio un equipo más corto, algo más compacto, al que no le llegaron mucho. Redujo las llegadas en contra de un promedio de 7,8 que sufría Independiente con Troglio a 5,6. Mientras, mantuvo la intención ofensiva: un promedio de 6,8 de Santoro contra el 6,7 que tenía Pedro. Salió a buscar los partidos y potenció recursos que ya mostraba con goles de contraataque y de pelota parada. Incluso por esa vía le hizo uno a Olimpo desde un lateral. Eso sí: para hacer un equipo más sólido no le tembló el pulso a la hora de los cambios. En Jujuy, por ejemplo, terminó jugando 4-5-1 y con un medio con Machín, Herrón, Ledesma, Calello y Fredes. Si esto lo hubiera hecho Troglio... A Santoro no le tocó ningún clásico y Borghi deberá asumir en la parte más dura del fixture: Newell’s (L), San Lorenzo (V), River (L), Estudiantes (V), Racing (L), Vélez (V) y Arsenal (L). Encontrará un equipo más ordenado tácticamente, una actitud distinta para jugar como visitante y la aparición de Ledesma. Más allá de que Borghi pretende jugar distinto desde el sistema y la filosofía a lo que mostró el Rojo de Pepé, Santoro le dejó un buen punto de partida.

El número que habla
6 goles de los 19 que marcó el Rojo fueron de pelota parada; de jugada colectiva (3), de contraataque (5), desde afuera del área 1, de cabeza 1 y de penal 2; el restante, en contra.

Por Christian Leblebidjian
Diario La Nación, martes 29 de abril de 2008

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