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Cuento de Eduardo Pérsico

- ¿Te cuento? El anteojito Gómez, ese que hace la revista del Deportivo me pidió que el sábado le anotara el partido con el Argentino porque él debía hacer una "investigación periodística a la mujer del arquero de San Lorenzo, que lo cornea". Alguien le reprochó "no seas maricón, anteojito" pero ni se enteró. "Pibe, en la puerta lo ves a Serafín y anotá los goles que de insultar al referí me ocupo yo".


Así que llegué bien temprano, nadie se quejó al verme en la platea y el mismo Serafín que nunca me pasó bola, me acompañó al asiento preguntando "¿ahora sos periodista, vago de mierda?". Y claro, eso dicho por Serafín era natural si me conocía de pibe, así que tranquilo esperé el partido. Los del Argentino venían punteros y al terminar la preliminar, como aparición de una aparecida apareció la mujer más linda que vieron mis ojos. Una morocha infernal enchufada en un pantalón de esos que brillan se sentó a mi lado y me preguntó cuándo empezaba la primera. Ahí como un maestro le dije "en diez minutos" y la miré del modo que le gusta a las mujeres, vos sabés, y sin esperar nada más ella entornó los ojos. Casi me muero, unos ojos redondos y oscuros como dos uvas negras que pensé "esta mina infernal quiere sacarme del análisis previo del encuentro, pero qué me importa".

Dos minutos antes del partido hubo un chaparrón que pasó enseguida y uno de abajo se quedó sosteniendo una sombrilla abierta. Uno le gritó "frenchiberuti, cerrá el paraguas que ya somos libres" y dos o tres se rieron no sabían de qué. Empezó el partido y a los diez minutos Candotti, ese animal de ellos, nos embocó un tiro libre de cien metros que bien pudo irse a la cancha de al lado, pero uno a cero. El Deportivo siguió poniendo alma corazón y vida como en la canción, hasta que el referí nos cobró un penal a favor que yo no ví por mirar a la mina. "Al fin se acuerdan de los pobres" rugió un tipo grandote, "que lo patee el bizco Páez" pidió un viejito del sector de Vitalicios y un flaco de bandera, vincha y bombo lo corrigió "a Páez lo fracturaron en la nochebuena del ‘48, cuando gritó muera Perón en la cola del pan dulce". Así que sin discusión se adelantó a patear el burro González y todo el mundo pensó que era el empate del Deportivo. La bestia González tomó carrera del vestuario y como la pelota se levantó fue a dar contra un cartel del Supermercado Fénix. "La empaló muy abajo" opinó el viejito que recordó al bizco Paéz, y el gordo Jefe de Hinchada siguió colgado del alambre y puteando hasta terminar el primer tiempo. "Andate a cagar y la concha de tu madre, González".

En el entretiempo la morocha sensacional me apoyó una mano en el muslo para convidarme un caramelo. "De qué medio periodístico sos", le pregunté como buen profesional y ella frunció la naricita "soy de la revista El Gatito". Y vos sabés cómo son la mujeres; yo me moría de calentura y ella entornaba lo ojos pero al empezar el segundo tiempo nos habíamos tomado de la mano. Un deleite, "termina el partido y me caso" pensé hasta que una bestia de ellos, le metió un patadón a nuestro zurdo Giménez. "¿Y ahora qué me dicen de los Derechos Humanos?", dijo un guardaespalda del Deportivo y el presidente suscribió "no permitamos que la AFA nos aplique la tortura violenta". Pero el partido prosiguió, con la morocha ya nos tocábamos a fondo y cinco antes del final, un chueco del Argentino "se metió de casualidad entre cuatro, tropezó frente al arquero del Deportivo y el esférico se anidó en el fondo de las mallas", escribió después el Anteojito que en vez de anotar Gol imita a los extranjeros y llena todo de palabras. Bueno, terminó tres a cero una injusticia digo yo por más que en el Vaticano te juran que Dios existe, déjense de joder; y bajando la tribuna me le afirmé a la morocha que no se escaparía así nomás. Yo me conozco y la sacudí con mi pregunta clave.

¿Cómo te llamás, hermosa? – y ella me sonrió "cincuenta dólares, ¿podés?". Y entonces yo con la ternura que me caracteriza, le susurré el repertorio entero que le gritaron a González cuando erró el penal.

Eduardo Pérsico
Narrador y ensayista, nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina.

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Anónimo dijo... 15 de febrero de 2008, 8:24 a.m.

Hola, soy un hincha fanatico del rojo, ya tengo programado hacer un blog de Independiente, pero eso sería un mes o dos antes de la inauguracion del Libertadores de america. Ahora tengo un blog de futbol argentino y me preguntaba si te gustaria intercambiar links, al igual que el msn. Si queres pasate por el blog MUNDO FUTBOLERO BLOG y comentamelo. Un abrazo y aguante el rojo.