Abrasador este sol que se planta firme a lo largo de toda la Argentina, con temperaturas que llegan casi a las cuatro decenas de grados, y "sensaciones térmicas" que las superan.
Por otra parte, también creemos que los refuerzos son en gran medida importantes. Así lo señala, además, la mayoría de la gente que está terminando de votar en nuestra última encuesta.
Siempre es un golpe anímico el arribo de un nuevo jugador, que afecta de distintas maneras a los que viven alrededor y pendientes del club. En los propios jugadores suele ser un buen efecto porque refuerza la competencia por el puesto, por mantenerse entre los once, y por sumar gente que viene con expectativas nuevas. Entre los hinchas porque se tiene la sensación de que "con lo que había más lo que se trajo sí se puede hacer algo", y además porque de ilusiones se vive, como señalábamos hace días, y la llegada de un nuevo hombre al equipo hace sospechar que con él se solucionarán todos los problemas, aunque eso sea falso y no lo creamos ni cinco minutos. Pero se piensa.
Se trata todo de sensaciones térmicas. Como pasa con el tiempo, esa frase es la nueva estrella del verano. Es una sensación, no es la "realidad", pero se presenta hasta como superadora de ella. Y a pesar de que se aproxima bastante, sigue siendo un dato subjetivo tomado como científico. ¿Cuál será la realidad y la sensación térmica que transmita Independiente a lo largo del año?
Emiliano Penelas
Denis encabeza la marcha de jugadores entre las sombrillas marplatenses
Así comenzó el 2008, y bajo el tremendo sol del verano el Rojo se pone a punto en las playas marplatenses mientras los refuerzos no llegan y a esta altura ya parece que todo seguirá como estaba, con la tibia esperanza de que quizás Grisales se sume al plantel.
¿Debe preocupar el tema? Por un lado pensamos que no, porque sabemos que si bien es importante sumar nuevos recursos, un solo jugador que llegue (o dos) no solucionarán los inconvenientes conocidos, y quizás lo más importante es que el cuerpo técnico trabaje sobre el plantel que tiene, sumar juveniles que merezcan ser promovidos a primera sin necesidad de "quemarlos" o apurar sus tiempos (ellos tampoco son salvadores de un plantel) y recuperar a los que por lesión o bajón anímico y futbolístico no rindieron como se lo esperaba.Por otra parte, también creemos que los refuerzos son en gran medida importantes. Así lo señala, además, la mayoría de la gente que está terminando de votar en nuestra última encuesta.
Siempre es un golpe anímico el arribo de un nuevo jugador, que afecta de distintas maneras a los que viven alrededor y pendientes del club. En los propios jugadores suele ser un buen efecto porque refuerza la competencia por el puesto, por mantenerse entre los once, y por sumar gente que viene con expectativas nuevas. Entre los hinchas porque se tiene la sensación de que "con lo que había más lo que se trajo sí se puede hacer algo", y además porque de ilusiones se vive, como señalábamos hace días, y la llegada de un nuevo hombre al equipo hace sospechar que con él se solucionarán todos los problemas, aunque eso sea falso y no lo creamos ni cinco minutos. Pero se piensa.
Se trata todo de sensaciones térmicas. Como pasa con el tiempo, esa frase es la nueva estrella del verano. Es una sensación, no es la "realidad", pero se presenta hasta como superadora de ella. Y a pesar de que se aproxima bastante, sigue siendo un dato subjetivo tomado como científico. ¿Cuál será la realidad y la sensación térmica que transmita Independiente a lo largo del año?
Emiliano Penelas
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