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Con esas raras cosas que pasan de vez en cuando (en este caso, cada 365 días) todos tenemos tendencia a creer que el almanaque cambiará mucho las cosas. Evidentemente, como señala el refrán, "la esperanza es lo último que se pierde", y entonces terminamos y comenzamos el nuevo calendario con deseos de felicidad, éxitos y prosperidad.

Un comienzo relajado bajo el intenso calor

Así fue también el regreso al trabajo del plantel de Independiente, en una Buenos Aires que se ahoga de calor, con temperaturas que pasaron los 38 grados y una sensación térmica rondando los 41º, el infierno mismo parecía recibir al Diablo de Avellaneda.

Troglio vio como sus muchachos, todos los de la temporada anterior, se movieron despacio como para sacarse la modorra de tantos días parados. No llegó nadie, por ahora, y las cosas se complicaron con los pases de Grisales y Suazo, a esta altura los dos nombres que más sonaron en las conversaciones. En el caso del colombiano, la traba pasaría por el lado de Colón de Santa Fe. Lo del chileno se complicó a partir de la entrada en la negociación del Colo-Colo.

Lo bueno es que tampoco se fue nadie, ya que finalmente Denis, Matheu y casi con seguridad Sosa continuarán en el Rojo, y el plantel no se debilitó.

Son los primeros pasos, y nosotros también creemos en eso de dar vuelta la hoja y comenzar de nuevo. Dejar atrás diciembre, el 2007 y sobre todo el Apertura, para pensar en enero, el 2008 y el Clausura. Ojalá sea próspero el año nuevo.

Emiliano Penelas

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