La Caldera del Diablo: Germán Noce

La cábala antipenales sigue siendo efectiva

“Es un apellido que tiene fama de mufa”. Esas fueron las palabras que utilizó Germán Noce para explicar que utilizaron una cábala para que Daniel Montenegro desperdiciara el penal inexistente que sancionó Federico Beligoy a instancias de Juan Carlos Rebollo, asistente número 1.Todo comenzó cuando el árbitro se equivocó al sostener que el foul que Matías Villavicencio le cometió a Ismael Sosa fue dentro del área de San Martín. Luego de una breve protesta de los jugadores “santos”, Montenegro tomó la pelota y la acomodó.Antes de que ejecutara el penal, Noce y varios de sus compañeros, especialmente Gustavo Ibáñez, se arrimaron al integrante de la Selección. Le dijeron algunas palabras y, “Rolfi”, sonriendo, les contestó otras. Los compañeros del volante, al escuchar ese apellido, recurrieron a otras fórmulas -una de ellas de muy mala educación- para alejar la mala suerte. De nada sirvió, puesto que Montenegro disparó desviado. En las tribunas, sin saber lo que estaba ocurriendo cerca del área, festejaron como locos.Noce, en una nota televisiva, agregó: “esta misma estrategia la sufrió (Juan Román) Riquelme. Por suerte nos fue útil. ¿Cuál es el apellido? Le tienen que preguntar a Montenegro”. Lo que no dijo el defensor es si también hicieron lo mismo con Christian Lucchetti de Banfield, el otro futbolista que no pudo convertir de penal en La Ciudadela.El nombre del futbolista en cuestión se mantiene en el mayor de los secretos. El silencio también, al parecer, es cábala.Publicado por el diario <a href="http://www.lagaceta.com.ar/san_martin/nota/313907/cabala_antipenales_sigue_siendo_efectiva.html">La Gaceta</a> de Tucumán, lunes 16 de febrero de 2008.