El sueño de Mike

Compartimos una nueva entrega de "Jugar sin la pelota", de Quique Larrousse.

Misael es hijo de Marcos y Gladys. Familia de San Juan. Con 34 años, le dicen Mike. Todos hinchas rojos a excepción de pocos hermanos. Muy chiquito en casa del abuelo, socio vitalicio, escuchaba partidos por la radio con sus primos y hermanos revoloteando la casa. La abuela de Boca. Él se iba al cuarto del abuelo a escuchar. Muy chico no tenía real comprensión del fanatismo. Pero los escuchaba al abuelo y el papá y cuando empezaron a decodificar partidos por TV viernes, sábado, domingo iban al parque San Juan al bar Family a ver al Rojo. Era muy lindo dice Misael. Muchos recuerdos. 

Fue entendiendo la pasion de a poco. Fue entendiendo y averiguando. El Gráfico, Olé. Le pedía las revistas al abuelo para informarse. Esa parte de la niñez fue hermosa. Camisetas siempre tuvo porque los tíos que viven en Buenos Aires le enviaban la camiseta por encomienda y la recibía en San Juan. Allá sólo se conseguían las de River y Boca. La primera alegría fue aquel primer torneo que vivió conscientemente en el 2002 con el equipo del Tolo Gallego ganando de punta a punta el campeonato. Una primer experiencia fuerte. Misael dice que al Rojo debe irle siempre bien. Es muy consciente de todo lo que le ponen por delante, los problemas, el descenso en el 2013, como la más grande tristeza vivida. Piensa que nunca debió ocurrir y que por suerte se levantó enseguida de esa caída y demostró lo que es el club. Misael siente que Independiente es un club muy grande y que siempre lo será. Que nadie le robará la historia.

Vinieron Copas Sudamericanas en 2010 y 2017, la Surugabank, sus primeros titulos internacionales celebrados con emocion. Verlo en el hogar con la familia, festejar en la plaza con los hermanos y el papá. Fue a ver jugar al Rojo en San Juan y Mendoza cuando pudo. Era feliz de verlo cuando el equipo jugaba en Cuyo. Es parte de su vida Independiente. Dice un sentimiento que no tiene explicación. 

El tema de la cancha es algo que venia intentando hace mucho. El conocer el Estadio. Sueño a cumplir. No entender porqué Independiente siendo el club que es, con tanta historia, con tanto por mostrar, con tanto por contar, no tenía visitas guiadas. Misael ve, cómo hinchas que van de todas las provincias y el mundo porque insiste,  Independiente es conocido en todo el mundo, no tienen la satisfacción de conocer el club desde adentro. Es triste. Cada vez que viajaba a Buenos Aires no podía entrar. 

Hoy, es muy emocionante haberlo cumplido. Era su sueño de pibe. Ahora no recuerda bien los nombres de las personas que le cumplieron el sueño. Pero les agradece a Liliana y a Patricia de "Rojo Solidario" y a otros y se emociona. Él iba con la idea del sueño latente pero hasta no estar adentro no lo creía. Al fin pudo entrar a la cancha del Rojo, verla, sacar fotos, grabar videos. Desde San Juan, kilómetros recorridos. Valió cada minuto, lo asegura. Le preguntan, lo cuenta todo y lo muestra, pasan los días y no cae. Ve las fotos, los videos y no puede creer haberlo soñado tantos años.

Dice: para los que van desde lejos, no tiene precio. Espera que continúe porque son muchos, muchos que quieren conocer la cancha y por vivir en interior se complica. Pero necesitan conocer al club de sus amores. La pasion no tienen precio dice. Va mucho más allá de todo y hay muchos que no lo saben ni entienden, dice Misael. Él espera que Independiente esté donde merece estar. Que se hagan las cosas bien. Que dejen de estar en conveniencias, en negocios y se piense más en el club porque es mucha gente que sufre. Él se incluye. Lo mal que se pone cuando el Rojo no gana. Pregunta cómo puede estar así si es fútbol que ni siquiera puede ver todos los Domingos...? pero la pasión no se vende. Espera que su historia, que lo emociona, lleve su saludo desde San Juan, alentando siempre. Lo que pueda ayudar, desde su lugar lo hará. Espera que toda la gente que quiera cumplir este  sueño, lo haga realidad. Sabe que hay muchos pibes que quieren estar ahí y hay que ayudarlos. "Gracias de corazón" dice Misael Orellano. 

El pasado viernes 5 de diciembre, siendo las 14.30, fue al portón 19 de Pastoriza y Alsina y así, junto a Evelyn, su novia, y su hermano Luca, entró al fin al Libertadores-Bochini. Fue sueño cumplido de mi amigo Mike, el muchacho sanjuanino. Y el club debe satisfacer a los miles que, en el país profundo, aún no pueden cumplirlo.

Quique Larrousse