Independiente volvió a jugar un muy mal primer tiempo y solo tuvo una ráfaga en el segundo, pero cayó en su estadio después de más de un año. Fue 2 a 1 ante el Talleres de Tevez, que pelea el descenso. Descontó Freire para el Rojo de Vaccari.
Como ante Gimnasia de Mendoza por Copa Argentina, o en el debut del Clausura ante Sarmiento, Independiente jugó un muy mal primer tiempo y se fue derrotado al vestuario frente a un Talleres que viene de caer como local ante San Lorenzo, pelea el descenso y que perdió a su entrenador en medio de la pretemporada, sin que llegue a debutar.
Carlos Tevez, que volvía al Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini, tomó la conducción del equipo días antes del comienzo del campeonato y logró, con la victoria de esta noche, quetarle un invicto en casa de 23 partidos al Rojo de Vaccari, que no le encuentra la vuelta al semestre.
Desconocido en el funcionamiento colectivo, esta noche tampoco dijeron presente las individualidades. Fue muy flojo incluso la noche de referentes como Loyola y Lomónaco, pobre hasta acá lo de Mazzantti y lentos e imprecisos Cabral y Marcone.
Independiente sólo mostró una ráfaga al comienzo del segundo tiempo, cuando llegó al empate gracias a un cabezazo de Freire, y luego tuvo un par de situaciones con remates de Montiel y Godoy. Esas, y un cabezazo al travesaño en la primera parte, fueron todas las chances de un equipo perdido en la cancha.
Los cambios tampoco ayudaron a ordenar la situación, y pasados esos minutos Talleres, que jugaba de contra, se puso en ventaja nuevamente pasada la media hora. El resto del tiempo se jugó poco, entre la importancia de los nuestros y la falta de acción de la visita. Quedará mucho trabajo en la semana para acoplar piezas y lograr nuevamente que la máquina vuelva a funcionar.
Emiliano Penelas
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