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En un clásico que tuvo nervios, goles y un arbitraje lleno de polémicas, Independiente derrotó a San Lorenzo 2 a 1 en el Bajo Flores. Millán abrió la cuenta con un golazo al comienzo del encuentro y lo remató Loyola sobre el final para dejar al Rojo arriba y esperando al rival de siempre en la próxima fecha.


¡Al fin, Rojo! Se dio el triunfo de visitante que estábamos esperando, se vio una actuación convincente del equipo de Vaccari, se vieron puntos altos en lo individual y asociaciones colectivas que invitan a creer. Y todo se dio en un clásico en vísperas del que divide a Avellaneda. 

Esta tarde el Ciclón comenzó mejor, pero el partido era de ida y vuelta hasta que Lautaro Millán clavó un golazo desde afuera del área, al rincón más bajo que resultó inatajable aun para los casi 2 metros del arquero Gill. Tras esos minutos el local se desconcentró, y el Rojo tuvo chances de ampliar su ventaja. Pero casi sin proponérselo, llegó al empate tras el penal qué Arasa concedió, en la primera polémica de la tarde. La suerte del cumpleaños no acompañó a Rodrigo Rey, y Vombergar puso el 1 a 1.

La pelota pasaba de un lado al otro, aunque Independiente parecía dominar más el juego gracias a las buenas tareas de Lomónaco y Valdez en defensa, Millán y Loyola en el medio y del uruguayo Fernández Cedrés, que por momentos era el encargado de generar juego ofensivo y en otros quedaba como último hombre de una defensa de tres con los laterales lanzados al ataque. 

Sobre el final del primer tiempo otra polémica cuando Arasa sanciona penal de Romaña sobre Lomónaco, aunque a instancias del VAR lo anula correctamente ya que no había falta. 
En la segunda mitad fue el dueño de casa quien intentó avanzar unos metros y el Rojo se lo concedió. Un tiro en el palo y una fallida definición de Vombergar pudieron darle la ventaja a los de Russo, en el peor momento de Independiente en la cancha, cuando además Vaccari apeló a cambios que parecían cuidar el empate. Y cuando nada lo presagiaba, llegó el segundo del Rey de Copas cuando Loyola, a esa altura figura del encuentro, puso el 2 a 1 para enmudecer al estadio.

A partir de ese momento Independiente consolidó el resultado y hasta mereció más. Incluso en el último minuto Arasa debió marcar penal por dos infracciones simultáneas: mano de Romaña y agarrón a Loyola dentro del área. El VAR llamó al árbitro que insólita ente aún viendo la acción con sus propios ojos desestimó la sanción. De todas formas no había tiempo para más e Independiente se quedó con un partido clave, en el primer Clásico ganado por Vaccari, cuando se viene el de rosa la vida. 

Emiliano Penelas 

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