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En un partido que tuvo de todo, Independiente derrotó por 3 a 2 a Talleres en Córdoba con un gol en contra, otro de Spörle y un golazo de Cabral sobre la hora.

Bajo un clima pesado de mucho calor, la tarde cordobesa comenzó pésimo para Independiente que a los 3 minutos ya perdía por un gol en contra de Vera, que intentó rechazar un centro desde la derecha y terminó cambiándole el palo a Rey. La desconcentracion en los primeros minutos era total y si el Rojo no perdía por más era por su arquero. 

Sin embargo, en las vueltas del fútbol, un centro tirado para Ávalos fue interceptado por Juan Ramírez qué la clavó al ángulo y marcó otro golazo en su propio arco. Talleres seguía siendo más, el Rojo era el mismo desorden pero se encontró con otro gol tras una falla en la defensa local y el remate de Spörle, solo en el corazón del área. 

La segunda parte pareció durar tres partidos juntos. Entre el calor y un Independiente que salió a dormir el encuentro, casi no se jugó. Aun así, el Rojo controló y manejó los tiempos a voluntad sosteniendo la victoria. Sufrió a los 15 minutos cuando Bustos le ganó la pelota a Lomónaco y definió de lujo sobre Rey. Sin embargo Tello retrocedió la jugada y entendió que hubo falta sobre el defensor de Independiente. 

La T inquietó con algún tiro libre y cuando las cosas parecían quedar así llegó al empate con un zapatazo de Depietri tras una serie de rebotes en el área. El 2 a 2 parecía calzar más con el desarrollo pero dejaba un sabor injusto para el equipo de Vaccari. 

Pero le quedaba un as bajo la manga al Rojo porque en la última pelota aislada Cabral hizo todo bien en el área: dominó la pelota, amagó al arquero y definió con precisión para el 3 a 2 final. Triunfazo del Rojo en Córdoba, como manda la historia.

Emiliano Penelas 

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