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Mejorando en el segundo tiempo, Independiente sostenía la victoria con un gol de Loyola pero el Tomba, casi en la única que tuvo, lo empató a tres minutos del final.

Independiente dejó pasar una oportunidad vital de meterse de lleno en la pelea para entrar a las Copas internacionales del próximo año tras empatar ante Godoy Cruz en Avellaneda. Como agravante el Tomba es un potencial rival en esa carrera ya que hasta el momento se está metiendo en la Libertadores 2025.

Tras la baja de dos futbolistas que venían siendo titulares como Diego Tarzia y Marco Pellegrino por lo que se denominó como el "yategate", Vaccari sorprendió con algunos nombres en el once inicial como el ingreso de Nicolás Vallejo o el regreso de Joaquín Laso, muy resistido por la hinchada. 

El primer tiempo fue anodino. Más allá de algún remate aislado, el Rojo no le generó peligro al Tomba, nunca encontró el medio campo y se encontró con jugadores perdidos en la cancha como Marcone, mientras que colaboraban poco Mancuello y Loyola. 

Para la segunda mitad, pese a salir sin variantes, cambió la tesitura, avanzó unos metros en el terreno y empezaron a aparecer las embestidas de Montiel y las pelotas paradas que generaba Mancuello. Una de ellas fue a la cabeza de Loyola y el chileno elevándose en el área consiguió su primer gol con la camiseta del Rojo. Sin mucho mérito, se adelantaba en el marcador y de a poco comenzaron a abrirse los espacios para lastimar y tratar de meter el segundo. 

No obstante, el equipo pareció más preocupado por resguardar esa mínima ventaja que arriesgar algo más para asegurar la victoria. Los mendocinos metieron dos grandotes y apostaron al pelotazo. Cuando el partido se terminaba, una falta tonta sobre la izquierda, un centro al área, una falla en la marca y un error de Rey, que no puede contener, y Godoy Cruz empata sobre la hora. Balazo de agua fría, enojos y dos puntos más dejados en el camino. 

Emiliano Penelas 

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