Con un buen segundo tiempo, Independiente lo ganaba de arranque con gol de Montiel, pero el Pirata se lo empató. Entre el delantero y Rey, que tapó un par de mano a mano claves, estuvo la figura del Rojo que mereció mejor suerte en Córdoba. Canelo erró una chance imposible.
En el primer tiempo se vio poco fútbol en Córdoba, donde se luchó más que lo que se jugó, con rispideces y pierna al límite. Tanto que una durísima entrada de Compagnucci dejó fuera de la cancha al Saltita González, que fue reemplazado por Millán a la media hora de partido.
El local tuvo una chance clara en los pies de Reyna, pero en el mano a mano se impuso el arquero Rey. Por el Rojo, que vistió de blanco, lo mejor pasaba cuando manejaba la pelota Montiel. Su velocidad para sacarse la marca de encima e intentar algo distinto hacía suponer que esa podría ser la llave.
Y así lo ratificó en la segunda parte porque al minuto de juego una buena acción por derecha que recupera Martínez, un centro que no sale limpio del recién ingresado Mancuello, pero al cruzar el área encontró a Montiel, ingresando sin marca, y remató junto a un palo para abrir la cuenta.
Se abrieron los espacios para el ida y vuelta, pero Independiente lo sufrió cuando le llegaban los centros sobre el área. Y así llegó el empate de Jara, tras un pelotazo a espaldas de Spörle y el centro de Compagnucci.
Sobre el final, Canelo tuvo un mano a mano inmejorable pero jamás pudo parar la pelota y se la regaló al arquero. En la contra, Rey volvió a tapar a Jara, cuando tenía el segundo del Pirata, y terminó de consagrarlo como la figura de una noche en la que Independiente podría haberse traído la victoria, pero la dejó escapar.
Emiliano Penelas
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