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Jugando desde los 11 minutos con un hombre menos por la expulsión de Santiago López, Independiente puso actitud y garra y le jugó de igual a igual a un River que no logró inquietarlo. Fue 0 a 0 en el Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini.


Independiente empezó otra vez cuesta arriba un clásico. Sólo se habían jugado diez minutos de partido cuando Santi López se fue en plana carrera y pisa a Paulo Díaz, que se había tirado a barrerlo. El chico era el quinto expulsado en los nueve partidos que lleva Vaccari dirigiendo al Rojo, lo que comienza a ser una luz de alarma. 

A la polémica, el árbitro Yael Falcón Pérez le tiró nafta sobre el fuego. Todas las divididas fueron para el visitante, y ante situaciones similares sancionó con distinta vara. La bronca de los hinchas comenzaba a crecer en las tribunas, y al juez se le iba el partido de las manos. 


Gallardo apostó a un cambio para atacar a Independiente, Vaccari reordenó fichas pero sin modificaciones. En esa primera parte el Rojo siguió jugando de igual a igual con una gran labor de Iván Marcone y Felipe Loyola, el todo terreno que hoy arrancó como lateral derecho. 

Con buenas armas, Independiente se defendía pero presionaba en todas las líneas. River no lograba doblegarlo y no le llevaba peligro al arco de Rodrigo Rey. De a poco también crecía la figura de Santiago Montiel, que terminó corriendo por todos los sectores de la cancha, y metiendo. El sacrificio se aplaudía, y el público afuera se contagiaba con la entrega que se veía dentro del rectángulo. 

Entre Marco Pellegrino y Kevin Lomónaco anularon a Borja, el gran delantero colombiano que esta noche no tuvo protagonismo. Al defensor llegado del fútbol italiano le anularían un gol cerca del final, cuando el Rojo tuvo algunas chances de quedarse con la victoria, pero no pasó del cero. 

Emiliano Penelas

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