En una noche gélida, el Rojo fue a Florencio Varela buscando el primer triunfo en el campeonato, pero se llevó otro empate sin goles. Le anularon uno y pudo haberlo ganado, pero más allá de la voluntad de los pibes, tiene pocas herramientas para torcer la historia.
Los primeros diez minutos de partido fueron atractivos, con llegadas de los dos lados, con una gran actuación de quienes serían los mejores del Rojo: Santiago López moviéndose por todo el frente de ataque y Juan Fedorco, primero sacando una pelota sobre la línea cuando Rey ya estaba vencido, y luego en un gol finalmente anulado.
Ese primer tiempo las cosas se hicieron parejas, pero el Rojo puso algo más, y a pesar de las limitaciones que ya le conocemos iba con el empuje de los pibes. A López se le sumaban la voluntad de Tarzia y el coraje de Millán, en su segundo partido como titular.
A la media hora llegó la polémica de la noche. Ávalos bajó con categoría un centro preciso y por el medio Fedorco entró para empujarla al gol. Sin embargo el VAR llamó a Rapallini y terminó anulándolo en una acción de trazo milimétrico que terminó siendo otro fallo en contra de Independiente.
En la segunda mitad Independiente metió al Halcón más cerca de su arco y comenzó a ganarle las divididas. Tuvo 20 minutos en donde pudo haberse puesto en ventaja pero aún así no llegó con gran peligro y el partido comenzó a diluirse entre roces y minutos sin jugar.
Tocalli sacó a López, el único que inquietaba en el último tercio de la cancha, a Independiente se le hizo más difícil generar juego ofensivo y el cero fue lo más cerca de la temperatura sufrida en Florencio Varela.
Emiliano Penelas
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