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Jugando como la final que era, Independiente derrotó a Huracán por 1 a 0 y logró la tercera victoria consecutiva en la Copa de la Liga. Alexis Canelo anotó el gol Rojo. 


Partido difícil, partido peleado, partido que desde la previa se anunciaba como "una final" en la lucha por seguir sumando. Así se jugó y así lo ganó Independiente, que desde la llegada de Carlos Tevez suma tres victorias al hilo ante tres rivales directos en la pelea. 

Esta noche, en el arranque, Huracán presionaba arriba y se lo hacía trabado al Rojo, que no encontraba ni terreno ni la pelota. Pero esos primeros minutos fueron los más difíciles porque el equipo del Apache fue de menor a mayor y comenzó a crecer, sobre todo a partir de las combinaciones entre Isla, Canelo y Mancuello. Lo mejor de Independiente aparecía por la banda izquierda, y Mancu era el responsable. 

A los 25 minutos, la presión sobre la derecha obligó al error del Globo en la salida. Pase al medio impreciso y fue Mancuello quien le pegó desde afuera del área para que Chaves intente rechazar y deje la pelota en el área. Allí estaba Canelo como goleador y marcó el primero con la camiseta Roja. El gol fue clave además porque dos minutos antes se había ido lesionado Ayrton Costa, que llegaba con problemas físicos. 
Desde ese momento fue casi un monólogo del Rey de Copas, que supo manejar los tiempos y obligar a romper el planteo inicial de la visita. 

La deuda pasaba por la poca participación de Toloza, qué tuvo un rato de fútbol al comienzo del segundo tiempo. Y si bien Huracán no llegaba, se jugaba con nervio. A Tello se le fue el partido de las manos, dejó pegar y se armaron grescas. El clima era más de poner que de jugar, y allí aparecieron Laso y Marcone para trabar y meter. Huracán se quedó con diez por la expulsión de Tobio, que se había cansado de raspar. 

El ingreso del ex Independiente Alan Soñora levantó al Globo y metió unos metros más atrás al Rojo, que iba de contra y pudo haberlo liquidado si prosperaban los ataques de Canelo y Cauteruccio, que ingresó por Giménez. 
El 1 a 0a no se modificó y el final fue todo euforia y festejo. Había que ganar y se ganó. 

Emiliano Penelas 

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