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En un partido con más emociones que fútbol, Godoy Cruz e Independiente empataron 3 a 3 en Mendoza. El Rojo estuvo siempre en desventaja, pero se sobrepuso con goles de Benavídez, Márquez y Benegas, que fue protagonista de los últimos dos. 


Mucha emoción, mucho ida y vuelta, un empate en tres goles en el que el Rojo fue siempre desde atrás y los goles vinieron desde el banco. 

Un gol de otro partido abrió la cuenta para Godoy Cruz cuando con muy poquito dominaba Independiente, jugaba en campo rival y retenía la pelota sin generar peligro. Hasta que un centro de Ortiz entrando por derecha, cruzó para Bullaude, que apareció absolutamente solo y metió un golazo imposible de atajar al ángulo de Bacchia. 

Luego Badaloni casi mete el segundo en dos ocasiones. La primera, tras un error de Insaurralde que derivó en un tiro peligrosísimo que pasó cerca. La segunda, un zurdazo al palo derecho de Bacchia, que nada podía hacer. A esa altura había que esperar a que termine el primer tiempo y agradecer que sólo se cayera por un gol. Sin embargo, el fútbol tuvo un gesto con lo poco que hizo el Rojo, primero avisando con una chance enmarañada de Leandro y luego con el empate conseguido por Benavídez, entrando a quemarropa en el área chica tras un corner desde la izquierda. 

Tras el descanso Domínguez apuntó a generar fútbol con Soñora y Pozzo. El partido era mediocre, desde el arbitraje hasta el campo de juego, pero lo de Independiente preocupaba.  Roa no aparecía y Benavídez era el paso obligado de todas las pelotas. Hasta que otra vez Bullaude entró solo por el medio y volvió a adelantar al Tomba. 

Ahora Domínguez se la jugó por Benegas y Márquez y en la primera combinación un centro del mendocino para el gol de Chila. La tarde seguía activa y Bacchia cometería un penal que Ojeda cambiaría por gol. No se dio por vencido Independiente y tras un buen centro Benegas puso la cabeza para meter un balazo y cerrar la cosecha de goles.

Emiliano Penelas

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