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En un partido duro, Independiente empató sin goles a te Defensa y Justicia. El Rojo tuvo las mejores situaciones, pudo ganarlo y también caer, pero Sosa fue determinante en otra buena actuación de la última línea.

No fue fácil la noche en el Libertadores de América, pero Independiente también se convirtió en un equipo duro de roer. Mirando en perspectiva, el punto logrado ante Defensa y Justicia puede ser bueno si se logra respaldar en una semana que tiene otros compromisos en Tucumán ante Atlético el martes y Colón en casa nuevamente el próximo sábado.

El Rojo pudo ganarlo, tuvo chances en los pies y la cabeza de Silvio Romero, que se perdió al menos uno increíble frente al arquero. El mismo Unsain que le tapó un mano a mano a Roa y salvó en un par de ocasiones en la primera parte. 


También lo tuvo el Halcón, con un remate que cruzó toda el área chica de Sosa, o la que en el último minuto el uruguayo le tapa a Pizzini, que podría haber sellado la noche con la "ley del ex". Por esa intervención, y su templanza, el arquero terminó siendo la figura del Rey de Copas. Pero cerca se ubicaron Sergio Barreto, en otra gran noche, y Alan Soñora, que tuvo su mejor momento al final de la primera parte y comienzo de la segunda. 

Lo peor de la noche fue la expulsión de Domingo Blanco sobre el final del partido, sabiendo que Falcioni cuenta con poco recambio en el plantel. El 0 a 0 deja un sinsabor, pero también la convicción de que el equipo se mantiene firme en defensa y da pelea con lo que tiene, que no es mucho pero se muestra sólido.

Emiliano Penelas

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