Con una actuación demoledora, llena de fútbol, juego asociado y efectividad, Independiente goleó a Rosario Central 5 a 0 con goles de Barboza, Leandro Fernández, Braian Romero, Silvio Romero y Roa. La semana que viene, el Clásico de Avellaneda.
Otro Independiente, otra actitud. Fútbol, goles, jugadas preparadas, inteligencia y picardía. El equipo de Pusineri tuvo todo eso, y concretó con efectividad lo bueno que había insinuado ante River y Boca, en el reinicio de la Superliga, esta tarde frente a Rosario Central en Avellaneda.
Un gol desde el vestuario de Alexander Barboza, tras una jugada colectiva manejando la pelota de punta a punta, abrieron la tarde para un primer tiempo como hacía mucho no veíamos, que se completaría con un golazo de Leandro Fernández, luego de un taco alucinante en la previa de Cecilio Domínguez, y otro de Braian Romero.
El Rojo se iba al vestuario ovacionado, llenando la ilusión de los hinchas. Pero no se quedó en eso ya que siguió yendo a buscar con ideas simples pero claras: abrir la cancha, moviendo la pelota, tocando al compañero mejor ubicado y eligiendo siempre la opción más sencilla parecían ser las consignas de Lucas Pusineri. Silvio Romero y Andrés Roa completaron la goleada, en la antesala del Clásico de Avellaneda.
Emiliano Penelas
Otro Independiente, otra actitud. Fútbol, goles, jugadas preparadas, inteligencia y picardía. El equipo de Pusineri tuvo todo eso, y concretó con efectividad lo bueno que había insinuado ante River y Boca, en el reinicio de la Superliga, esta tarde frente a Rosario Central en Avellaneda.
Un gol desde el vestuario de Alexander Barboza, tras una jugada colectiva manejando la pelota de punta a punta, abrieron la tarde para un primer tiempo como hacía mucho no veíamos, que se completaría con un golazo de Leandro Fernández, luego de un taco alucinante en la previa de Cecilio Domínguez, y otro de Braian Romero.
El Rojo se iba al vestuario ovacionado, llenando la ilusión de los hinchas. Pero no se quedó en eso ya que siguió yendo a buscar con ideas simples pero claras: abrir la cancha, moviendo la pelota, tocando al compañero mejor ubicado y eligiendo siempre la opción más sencilla parecían ser las consignas de Lucas Pusineri. Silvio Romero y Andrés Roa completaron la goleada, en la antesala del Clásico de Avellaneda.
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