Por la ida de la Recopa Sudamericana, Independiente y Gremio igualaron 1 a 1 en el Libertadores de América. El Rojo, que jugó un tiempo y medio con 10 por la expulsión de Gigliotti, sufrió otro error en defensa, y lo empató Bruno Cortez en contra. La revancha se jugará el próximo miércoles en Porto Alegre.
El primer tiempo estuvo cargado de nervios y acción, pero en el ida y vuelta fue mucho más Independiente. Vibrantes Benítez y Menéndez, inteligente Gaibor con la pelota y mucha distribución de Domingo. Faltaba la puntada final arriba, y por momentos algo de marca en el medio. Hasta que llegó un grosero error defensivo, algo que lamentablemente vimos en los últimos partidos, y de la nada Luan adelantó al Gremio.
En los peores momentos del Rojo, perdió la pelota, la marca y sufrió la expulsión de Gigliotti. Costó revertir el golpe pero el equipo tiene una marcha extra y apeló al coraje para volver a encimar a los gauchos contra su arco. Un exquisito tiro libre de Gaibor encontró el desvío en Bruno Cortez y el empate merecido.
Con un hombre menos, el Rojo salió a jugar el segundo tiempo con el mismo ímpetu pero con el correr de los minutos se empezó a notar el desgaste físico. Gremio lo aprovechó y tomó control de la pelota, pero sin generar demasiado peligro.
Jonathan Menéndez se terminó construyendo en la figura de un Rojo que sobre el final puso amor propio donde ya no había piernas ni fuerzas. En una semana, en Porto Alegre, se dirimirá la historia que quedó abierta.
Emiliano Penelas
En los peores momentos del Rojo, perdió la pelota, la marca y sufrió la expulsión de Gigliotti. Costó revertir el golpe pero el equipo tiene una marcha extra y apeló al coraje para volver a encimar a los gauchos contra su arco. Un exquisito tiro libre de Gaibor encontró el desvío en Bruno Cortez y el empate merecido.
Con un hombre menos, el Rojo salió a jugar el segundo tiempo con el mismo ímpetu pero con el correr de los minutos se empezó a notar el desgaste físico. Gremio lo aprovechó y tomó control de la pelota, pero sin generar demasiado peligro.
Jonathan Menéndez se terminó construyendo en la figura de un Rojo que sobre el final puso amor propio donde ya no había piernas ni fuerzas. En una semana, en Porto Alegre, se dirimirá la historia que quedó abierta.
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