0
A 40 años de la "hazaña más importante del fútbol argentino", entrevistamos a Claudio Gómez, autor de El partido Rojo (Editorial Planeta), el libro que cuenta el título de Independiente, jugando con 8 hombres, ante Talleres, en el contexto de la dictadura. Se presenta el jueves en la Sede.


El 25 de enero de 1978 se jugó la final entre Independiente y Talleres que consagraría al Rojo campeón del Nacional 77. En la ida, igualaron 1 a 1 en Avellaneda, con goles de penal de Enzo Trossero y Ricardo Cherini. En la revancha, la T jugaba con la ventaja de la localía y el empate sin goles. Pero Norberto Outes adelantó al Rojo a los 29 minutos del primer tiempo y enmudecía al estadio del Barrio Jardín.

Sin embargo, a los 14 minutos de la segunda parte, el árbitro Roberto Barreiro otorgó un dudoso penal a Talleres por una supuesta mano de Rubén Pagnanini. Como en la ida, Cherini aprovechó para igualar las cosas. Diez minutos después, el puntero derecho local Angel Boccanelli volvió a marcar para los "tallarines" en una polémica maniobra que provocó una reacción de los hombres de Rojo: el gol había sido con la mano, y las protestas dejaban a Independiente con ocho jugadores tras las expulsiones de Omar Larrosa, Rubén Galván y Trossero.

Con 8 hombres, perdiendo 2 a 1 y faltando 20 minutos, el Rojo llegaría al empata por intermedio de su máximo ídolo, Ricardo Bochini, la noche de su cumpleaños, para poner el 2 a 2 y darle a esa noche el toque de mito, heroísmo y grandeza que se acrecienta con los años, en medio de un contexto político y social dado por la más cruda dictadura militar de la historia argentina. De todo eso, y mucho más, habla El partido Rojo, de Claudio Gómez, y con él dialogamos a 40 años de ese hito.


- ¿Cómo comienza tu relación con ese Talleres-Independiente?
- Antes que nada, soy un fanático de Independiente y de Bochini. Cuando se jugó el partido yo tenía 12 años. En ese momento Independiente daba dos vueltas por año, veníamos de ganar todas las Copas, fue un título más. Empezó a tomar trascendencia con el tiempo, cuando los hinchas, y toda la sociedad, comenzamos a ver que detrás de ese partido había muchas más cosas que ni siquiera los jugadores estaban al tanto.

- El libro habla de la hazaña deportiva, pero también hace hincapié en el contexto de la dictadura y la presión que ésta ejercía a favor de Talleres ¿cómo lo encaraste?

- Era muy importante resaltar el valor histórico de este partido, sobre todo con el contexto político de la época, yo no hubiera hecho este libro si no le encontraba la vinculación política que tiene. Es muy importante que nosotros, los periodistas, mantengamos el mensaje de memoria, verdad y justicia. Siempre me interesó la vinculación del deporte, y en este caso de un partido de fútbol de Independiente con la mirada contextualizada y el momento del país. El libro habla de la hazaña del Rojo, pero también de la Argentina y de ese período en particular.

- ¿Qué otros elementos de la historia van tejiendo esa subtrama?
- Que un árbitro te bombee digamos que ya podía ser algo normal, los propios futbolistas se dieron cuenta. Que luego te cobren un gol con la mano, y te expulsen tres jugadores es demasiado. En medio de ese contexto, se da el vínculo que Talleres tenía con la dictadura militar, en el comienzo del año del Mundial, y con la promesa de que el presidente cordobés, Amadeo Nuccetelli, sería el próximo titular de la AFA, y con un Luciano Benjamín Menéndez que incluso estuvo en el vestuario esa misma noche. En Córdoba se hablaba de "el Talleres de Menéndez", con un equipo que solía entrenar y hasta jugar amistosos con militares y en predios del éjército.

- A 40 años, ¿qué cosas valorizan aún más ese partido?
- La sociedad argentina del momento no comprendia quizás lo que estaba pasando, con los años el partido y la proeza de haber derrotado a ese Talleres que siempre elogié y le doy la importancia que merece por tener una dirigencia muy poderosa que tenía vínculos estrechos con el poder político, pero además armó un equipazo excepcional, lleno de jugadores de Selección. Ese hace todavía más grande la hazaña Roja, le da más trascendencia al campeonato ganado. Esa parte de la historia se dio a conocer con el paso de los años, y es lo que hace atractivo también al relato.


- La historia tiene su costado romántico, y se puede gozar aún si no sos hincha de Independiente, como bien aclara Eduardo Sacheri en el prólogo
- Es que la dictadura tenía todo a su favor, y en esta algo les salió mal. Independiente tenía todas las de perder, pero les ganó en su propio terreno, al presidente que aspiraba a ser de la AFA, al equipo del interior que tenia el apoyo de las fuerzas armadas e incluso entrenaba y jugaba amistosos ante equipos de militares. Todo eso tiene condimentos que hacen a la historia interesante más allá de si el lector es o no hincha de Independiente.

- ¿Quiénes son para vos los protagonistas de esa película del 25 de enero de 1978?
- La figura excluyente de esa noche fue Bochini. Porque convierte el gol que le da el título al equipo, porque ya era de los máximos ídolos del Club y porque además cierra la fábula haciendo todo el día de su cumpleaños. Luego viene el Pato Pastoriza y la frase que queda en el mito del "Vayan, sean hombres, jueguen y ganen". Realmente no se sabe quién dice esa frase, si fue Grondona, Bottaro o el Pato, o si nadie la dijo. Lo concreto es que la orden fue clara para que Independiente siga jugando el partido aún con ocho hombres y con todo en contra. Pero así y todo lo que más rescato de Pastoriza no es esa voluntad de seguir jugando el encuentro sino su condición de conductor y estratega en los cambios. El Pato, con ocho jugadores y perdiendo, no se conforma con meter algún defensor o mediocampista para evitar el papelón o perder decorosamente. Pone a dos delanteros (Mariano Biondi y Daniel Bertoni reemplazaron a Brítez y a Magallanes) y envía el mensaje de que Independiente va a seguir peleando el partido, y tiene chances de ganarlo. Ese es el gran mérito de Pastoriza esa noche.

- ¿Cómo fue recibido el libro?
- Los comentarios de los hinchas, de la gente que lo leyó son positivas, en las redes sociales o cuando me cruzo con alguien simepre me dicen que el libro rescata porciones de la historia que estaban olvidadas o no eran conocidas de manera completa. No se que pasó en Córdoba, pero igual es bueno recordar que la vuelta olímpica del Rojo fue acompañada por el aplauso de los propios simpatizantes de Talleres.

Emiliano Penelas

Ficha del partido
Talleres: Guibaudo, Astudillo, Luis Galván, Binello y Ocaño; Reinaldi (Syeyguil), Ludueña y Valencia; Boccanelli, Bravo y Cherini.
DT: Roberto Marcos Saporiti.

INDEPENDIENTE: Rigante, Pagnanini, Villaverde, Trossero y Osvaldo Pérez; Larrosa, Rubén Galván y Bochini; Brítez (Biondi), Outes (Bertoni) y Magallanes.
DT: José Omar Pastoriza.

Goles: PT 29' Outes; ST 14' Cherini, 24' Boccanelli y 40' Bochini.
Juez: Roberto Barreiro
Estadio: Talleres, Barrio Jardín, Córdoba.
Incidencias: ST 25' fueron expulsados Omar Larrosa, Rubén Galván y Enzo Trossero en Independiente.


Presentación en la Sede
El partido Rojo se presentará en la Sede Social de Independiente, Av. Mitre 470, Avellaneda, a las 19:30 horas del próximo jueves 25, cuando se conmemoren 40 años del partido, junto a El orgullo nacional de Jorge Barraza, Diego Perri y Mauro Cunto, recientemente publicado.

Publicar un comentario