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Jugando muy mal, Independiente cayó en su estadio ante Central por 2 a 0. El equipo se fue silbado y la vara del clásico, el domingo, parece condicionar a Pellegrino.

Rosario Central llegó a Avellaneda precedido por la victoria en su clásico ante Newell's y con la chapa de equipo que viene formado y con aspiraciones a pelear el título. Independiente, qué no arrancó bien el torneo pero rescató algunos puntos, tenía una prueba de carácter en la previa al choque con racing.

El examen no fue bueno para los de Pellegrino, qué se vieron muy superados por los hombres de Coudet y salvo unas pocas excepciones sobre el final de la primera parte, no supo controlar nunca el partido.

Los dos goles del Canalla, en la segunda parte, sentenciaron el encuentro y parecen poner una vara para el técnico Rojo en el clásico de Avellaneda.

Emiliano Penelas

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Anónimo dijo... 17 de febrero de 2016, 9:35 p.m.

Amanda dice:
No hay modo. Cuando se arma 'el equipo' después de años, sumamos individualidades y los idiotas de siempre: faltas innecesarias, amonestaciones justísimas y los comentarios lapidarios de los de Fútbol para Todos.
Cuando jueguen como se juega al fútbol, en equipo, puede ser que algo cambie. Entre tanto, el común de los hinchas vivimos en el convencimiento, desde hace años, de tener un equipo que no es confiable.