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Tras la derrota ante Central y la cortina de silbidos que despidió al equipo, quedó el recordatorio de la gente: ganar el clásico.


Independiente cayó sin atenuantes ante Rosario Central, el Estadio, colmado, silbó al equipo, y mientras los jugadores se retiraban del campo de juego surgió el cantito espontáneo antes del clásico de Avellaneda: "El domingo, cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar".

Mensaje claro para que se olvide rápido lo mal que se jugó ante el Canalla y volver a ponerse en carrera en el torneo.

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