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En un partido áspero y trabado, Independiente igualó sin goles ante Olimpia en Paraguay y clasificó a los cuartos de final de la Copa Sudamericana. El Rojo jugó más de un tiempo con un hombre de más, pero no lo supo liquidar y sufrió demasiado.

"Primero hay que saber sufrir", dice el tango. Y vaya si sufrió Independiente este 0 a 0 ante Olimpia que le dio la clasificación a cuartos de final de la Copa Sudamericana. En el inicio del partido, justificadamente, porque el local salió a buscarlo con todo y arrinconó al equipo de Pellegrino, que no hacía pie. Luego, por impericia y falta de efectividad a la hora de definir.

Cuando lo pudo ir emparejando de a poco, los paraguayos se quedaron con uno menos por un terrible patadón de Aranda a Ortiz. Era la chance del Rojo para jugar y abrir la cancha en el segundo tiempo, con un hombre más y jugando con la ansiedad del dueño de casa.

Pero no estuvo fino Independiente, no tuvo esa ambición de buscarlo diez metros más arriba y mientras desperdiciaba chances, Olimpia parecía que en una de esas se encontraba con el gol que no merecía pero podría haberle dado un premio demasiado alto.

Lo tuvo Lucero, en una jugada clave, definiendo con precisión sobre la salida del arquero, pero el línea levantó mal la bandera y el árbitro anuló el que hubiera sido el golpe de gracia para la serie. Luego pasaron los minutos, el Rojo también terminó con diez por lesión de Albertengo y sin cambios, como para sufrir un poco más, y festejar al final su pasaje. Ahora lo espera Independiente Santa Fe de Colombia.

Emiliano Penelas

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