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Independiente volvió a jugar muy mal y pese a tener un hombre de más durante gran parte del segundo tiempo, no pudo doblegar a Argentinos. Fue 0 a 0 en Avellaneda. 

Final con silbidos para el Rojo, que se fue sin poder ganar de local ante el Bicho de La Paternal. Es que Independiente sigue sin jugar bien, pierde puntos y no puede demostrar mejoría ante su gente.

Argentinos vino a hacer su negocio, pero eso ya no puede ser la excusa esgrimida ante Belgrano, Sarmiento o Gimnasia, porque sería no reconocer expectativas y obligaciones de cada equipo. El de Almirón no arranca, pese a declaraciones rimbombantes o deseos expresados a los cuatro vientos.

Depende de individualidades, que no siempre aparecen, y continúa sin aparecer un orden de juego colectivo. Un primer tiempo para el olvido, y más de media hora en el segundo jugando con un hombre más tampoco alcanzaron para torcer el cero.

El Rojo no tiene enganche, Pisano no lo es y a Almirón no le gustan. Y eso explica como se juega. Pero los cambios tampoco funcionan pese al pregón del entrenador, porque al dejar a Riaño afuera por lesión en el entretiempo no se entiende por qué la opción fue para Graciani y no otro delantero, y luego aun con un bajo rendimiento de Pisano tampoco era el hombre a salir siendo que es capaz de eludir a un defensor o poner un pase profundo, sobre todo cuando el rival, con diez hombres, ya no atacaba.

Fue Mancuello, cuando se extinguía el partido, quien inyectó un cambio de marcha al equipo, pero ya era tarde y todo quedó en intenciones.

Emiliano Penelas

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Anónimo dijo... 18 de abril de 2015, 11:09 p.m.

Amanda dice:
Querida Caldera, ¿y si empiezan a publicar "El chico de Rojo"?

La Caldera del Diablo dijo... 19 de abril de 2015, 10:29 a.m.

Tenés 11 cada fin de semana...

Anónimo dijo... 19 de abril de 2015, 3:45 p.m.

Amanda dice:
Caldera, gracias. No me refería a esos.