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Apenas comenzado el partido se comió otro gol de pelota parada imposible, y salió mal en el tercero. Ya había comenzado mal la noche para Diego Rodríguez, que mientras hacía el precalentamiento le prendieron los regadores.

Los arqueros de Independiente precalentaban en el campo de juego del Monumental y de pronto se prendieron los regadores. Mal augurio para lo que vendría.

Es que Diego Rodríguez, de buen desempeño en el torneo, volvió a sufrir de pelota parada, como en aquel gol olímpico ante Vélez, cuando a los 3 minutos de juego Pisculichi envió un centro que el arquero no llegó a desviar ni rechazar, y abrió la cuenta para los millonarios.

Luego, iban 20' del segundo tiempo y Tula la tiró para atrás sin ver que entraba Teo. Error garrafal del central, y mala resolución del arquero, que salió con los pies y se comió un tremendo amague.

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