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Independiente perdió ante Gimnasia en Jujuy por una desconcentración defensiva, en la única llegada clara que tuvo el Lobo. Así, se hace muy difícil el ascenso. Antes, Lunati le anuló mal un gol al Rojo.


Una pelota se va al lateral, un defensor (Ojeda) siente una molestia y pide el cambio. Poco le importa al jugador de Gimnasia de Jujuy, que juega rápido la pelota mientras el otro central de Independiente (Tula) se sube las medias, ajeno completamente a la jugada que se acaba de iniciar. Llega el centro y nadie marca al delantero local, Matías Quiroga, quien anota el gol del partido. Iban 27 minutos del segundo tiempo.

Ese nivel de desconcentración, que roza el amateurismo, definió un partido que era clave para las intensiones de ascender e Independiente, quien debía ganar en el norte y hasta ese momento hacía mejor las cosas que su rival, pero no llegaba a apretarlo en su arco.

Desesperante resulta la situación cuando las pocas llegadas no se pueden definir, y cuando hay una como la de Zapata frente al arquero, termina siendo mal anulada por Lunati, a instancias de su juez de línea. Pero más allá de eso, el infantilismo y la desidia con que los propios jugadores del Rojo juegan los partidos, aún cuando todos los resultados los favorecen, es indignante.

Poco para analizar, hoy quedó claro que jugando así lo único que puede subir en Independiente son las medias de Tula.

Emiliano Penelas

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Anónimo dijo... 4 de mayo de 2014, 5:46 p.m.

Amanda dice:
De acuerdo. Clara y objetiva nota. Habrá que pedirle al Rojo que dejen de comportarse como el Nothingam Forrest que inspiró la gloriosa camiseta roja y empiecen a patear, meter dedos en los ojos, putear al árbitro y hacerle señas obscenas a los hinchas contrarios porque así no va. Lo mismo pasó con Crucero y con los homónimos mendocinos. Hay que volver a Primera, como sea. Total, nadie sabe historia del fútbol (la memoria de los memoriosos es cortísima y de los de Fútbol para Todos, nula). Les va a durar poco, hasta el olvido cercano, decir que subimos porque Papá Grondona cambió el sistema. Aunque se olviden de los desmanejos de Vélez en los 90, de los 17 millones de dólares a Racing para salvarlo de la segunda quiebra, que no han devuelto ni devolverán (menos con Maxi Kirchner dando vueltas), los 7 descensos de Banfield, del mísero y efímero ascenso de Instituto hace 10 años, después de 90 de existencia, del quinto descenso de Argentinos (formador, creador de futbolistas -sic- ??? según FPT), de los dos descensos de Boca (calla, calla corazón, de eso no se habla), etc.
Volvemos en el 2015, pero hay que volver con la generosidad perdida. No se puede ser generoso ni comprensivo con árbitros vendidos, agresiones de la tribuna, transmisiones tendenciosas y burros que patean pelotas y cometen faltas que nunca son sancionadas.

La Caldera del Diablo dijo... 4 de mayo de 2014, 6:25 p.m.

Gracias por tu claro comentario Amanda

Anónimo dijo... 4 de mayo de 2014, 9:36 p.m.

Amanda dice:
Independientemente de la bronca por Independiente, escribís clarísimo Emiliano, eso significa, perfecto. No pierdas nunca tu estilo, que lo conformás principalmente por el orden de las partes, no sólo de cada frase, sino de todo el texto.

La Caldera del Diablo dijo... 6 de mayo de 2014, 12:55 a.m.

Muchas gracias nuevamente, un gran elogio que no creo ser merecedor pero por sobre todas las cosas intentamos escribir lo más objetivamente posible sin olvidarnos nunca el sentimiento por el Rojo