0
Independiente no pudo vencer a Villa San Carlos, quien se llevó un punto de Avellaneda. Pese a ser un poco más en el segundo tiempo, el Rojo no tuvo ideas ni fútbol para romper el 0 a 0 ante el último de la tabla. Son siete los partidos sin victorias.


Villa San Carlos es el equipo más goleado del campeonato. No concentró, y sus jugadores llegaron en autos particulares porque se les rompió el ómnibus que los llevaría al Libertadores de América. Juega este año (como Independiente) su primera temporada en el Nacional B y es probable que al finalizar el torneo pierda la categoría. Sin embargo, podrán contar en su historial que se llevaron un histórico 0 a 0 de Avellaneda.

Así de flojo es el presente de Independiente, que llegó a siete partidos sin conocer la victoria, y estira el mal humor de sus hinchas, que si no es mayor se debe a que los inmediatos perseguidores pierden puntos en el camino y por ahora el Rojo sigue en la última plaza de ascenso a la Primera división del fútbol argentino.

Pero esta noche los de De Felippe y todos los hinchas que coparon la cancha pensaron que hoy era el día para la levantada. Un flojísimo primer tiempo, con el Rojo cediendo la pelota, sin atacar y sin ideas claras parecían decir lo contrario.

En la segunda parte la actitud del equipo fue distinta, y hasta tuvo diez minutos en los cuales apretó al rival contra su arco y mereció el gol. Siguió sin ninguna noción de fútbol, y faltó entrega, pero con errores y todo, era más el local. El problema es que Independiente no pega una, no hay confianza dentro de la cancha y se toman malas decisiones todo el tiempo. 

Así es muy difícil, se hace todo cuesta arriba y los resultados están a la vista. Sólo queda esperar que el próximo lunes pase algo extraordinario que de vuelta la taba en el aire.

Emiliano Penelas

Publicar un comentario