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Después de tanto esperar, Independiente volvió a ganar... Pueden parecer sólo tres puntos, que los son a nivel estadístico, pero para De Felippe y los jugadores significan bastante más. Cayendo en los tópicos futbolísticos, se entrenará con mayor tranquilidad (sobre todo a nivel de hinchas y mediático), se ganará en confianza, etc. Pero visto de la manera en que se ha conseguido la victoria, la inquietud de no ver mucho progreso en el juego hace pensar que como bien dijo el entrenador queda mucho trabajo por hacer. 

La primera parte fue mala, pese a la temprana superioridad numérica, el Rojo no supo aprovechar esta situación, es más en los últimos minutos casi le marcan el primero, el gran momento de forma del Ruso Rodríguez mantuvo el marcador a cero. Careció de ideas, de intentar mover cuanto más rápido mejor la pelota, para lograr plasmar esa ventaja de jugar con uno más. Huracán no se iba a dejar doblegar, pero en 35 minutos fue incapaz de verse superior al rival.

Desde la expulsión Independiente debió adelantar las lineas, presionar la salida del balón, achicar el espacio entre sus lineas, porque muchas veces se ve a un equipo muy largo, muchos metros entre los jugadores, así es difícil hacer pases precisos, sorprender al rival con algún desmarcaje de ruptura hacia la portería rival, con algún desdoblamiento de los laterales, en definitiva más movilidad sin la pelota que es lo marca la diferencia en este tipo de situaciones.
En la segunda parte se vio algo más por parte de Independiente, intento combinar con más frecuencia, llegó más al área rival, pero no fue por estas circunstancias que llegó el gol... pero igual se festeja, se necesitaba ganar y se ganó.
Insisto, hay que mejorar y mucho, ayer se empezó a ver un pequeño brote de lo que puede ser un equipo, al cual hay que seguir cuidando, regando de conceptos y confianza, para que el brote crezca sano y fuerte.

Sergio Pechtner
(Periodista deportivo, entrenador de divisiones inferiores en España, entrenador de arqueros)

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