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Independiente volvió a jugar muy mal y perdió en Tucumán frente a Atlético por 2 a 1, pudiendo haber sido goleado si no fuera porque Diego Rodríguez fue la figura. Pisano descontó sobre la hora, con un error de Luchetti.


Muchas veces, desde la posición del hincha, decimos que un resultado es mentiroso cuando creemos que nuestro equipo hizo méritos para no perder o para obtener un score más amplio. Sin embargo, si tuviéramos que aclararlo para el que no haya visto Atlético Tucumán vs. Independiente el concepto de "mentiroso" es válido sólo porque el Decano debía haber goleado al Rojo, y si eso no ocurrió fue por impericia propia, pero porque Diego Rodríguez, el arquero que reemplazaba a Fabián Assmann, fue la figura clave de la noche.

El equipo de Brindisi sigue sin proponer nada, sin crear fútbol, sin asociarse en ninguna de sus líneas y sin mostrar algo que inspire un cambio en lo inmediato. Si los últimos minutos, con Pisano en cancha y Luchetti comiéndose un gol de los que suele hacerse, hicieron que creciera en algo la esperanza, fue solo un espejismo.

Duele ver al Rojo así, y hacen falta cambios profundos para que el rumbo de este campeonato no sea lo que hasta ahora. Así, no se sube, y lo que se aprecia es que no hay fondo para seguir descendiendo.

Emiliano Penelas

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