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El operativo en la ciudad bonaerense incluirá el estadio, las sedes de ambos clubes y las estaciones de trenes.

Avellaneda vivirá el domingo un día especial. Y no porque haya buenas noticias. La organización del fútbol argentino -con sus cambios de horarios constantes- llevó a que los organismos de seguridad teman. Y por eso, éstos dispusieron directamente sitiar la ciudad con el fin de evitar incidentes. En racing-Boca habrá 2.300 efectivos de la Bonaerense. Vale recordar que el operativo en el otro clásico entre River-Independiente tendrá 800 policías más un centenar de personal privado que pondrá el club de Núñez.

En total, serán más de 3.000 las fuerzas de seguridad afectadas a ambos partidos.

Lo cierto es que la complicación la generó el cambio de horarios de los partidos que dispuso el secretario de Seguridad, Sergio Berni, sumado a la búsqueda del Fútbol Para Todos de competir contra el programa de Jorge Lanata. Eso creó un clima espeso en los organismos de seguridad, que debieron romper los esquemas planificados y crear otros. La política no se mantuvo al margen. El propio Berni debió convencer a Ricardo Casal, ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, de aceptar el reto para organizar el control de una zona caliente.

Así, la APreViDe debió ponerse firme y exigir una cantidad de efectivos policiales casi inédita.

Serán 935 policías los que se ubicarán en el estadio de racing y aledaños. Pero a éstos se le sumarán 1.300 efectivos que estarán por las calles de Avellaneda en sus puntos más importantes y otro centenar de refuerzos específicos.

El operativo se hará sobre el Puente Pueyrredón, las sedes de Independiente y racing (no habrá actividad para socios, serán valladas y no podrán pasar por allí vehículos), y sobre las avenidas Mitre e Hipólito Yrigoyen. También se reforzará el control en las estaciones de trenes de Avellaneda y Gerli con dos cuerpos de la guardia de infantería y se triplicará el control en Plaza Constitución, ya que cientos de hinchas de River vuelven a la zona sur desde allí.

¿Qué se teme? Además de los recaudos por lo que representa el clásico entre racing y Boca, se deberá contemplar el regreso de los hinchas de Independiente desde Núñez, que se hará pasadas las 17. Una hora y media más tarde se abrirán las puertas del cilindro.

“Es imprescindible realizar un gran despliegue especial de la Policia de la Provincia porque hay muchos focos que pueden ser conflictivos. El horario no es el problema sino la cercanía de movimientos de las parcialidades de Independiente, Boca y racing”, le confesó a Clarín Luis Morales, titular de la APreVide. Aún así, en los pasillos de ese organismo creen que la Policía Federal se desligó de los conflictos que podría traer un posible descenso de Independiente en la Capital y que por eso prefirieron tirarle el problema a la Provincia.

A su vez, está en consideración que la barra brava de Boca jugará fuera de la jurisdicción en la que se siente cómoda por lo que se teme algún enfrentamiento entre las facciones disidentes. Por eso, se aplicará el derecho de admisión a 67 barras de Boca. La parcialidad visitante tendrá que ingresar con DNI y su entrada; la de racing deberá exhibir su carnet.

Otro detalle: quienes acompañarán a la caravana de hinchas de Boca desde Casa Amarilla hasta racing serán efectivos de la Policía Bonaerense, que por primera vez en mucho tiempo trabajarán dentro de la Capital Federal. Se habilitará también, por parte de la Subsecretaria Criminal, la alcaldía de Avellaneda para que se utilice en caso de que haya que trasladar detenidos. Dos partidos. Miles de policías. El fútbol sitiado.

Diario Clarín, viernes 7 de junio de 2013.

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