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El empate es bueno si uno mira que enfrentamos a un rival bien armado, con conceptos claros y que desde que subió con Zielinski nos complicó y mucho. Siempre el partido se jugó como quiso Belgrano, cortado, friccionado y a los pelotazos. Poner la pelota contra el piso resultó muy difícil, y cuando el Rojo lo intentó estuvo impreciso desde el primer pase de Vargas. Entonces al no tener conexión entre el medio y los de arriba, con un Rolfi que por los costados no pesa, Caicedo y Fernández jamás estuvieron cerca del gol. El balance es que el Pirata anduvo más cerca con ese remate de Pereyra en el que el travesaño se apiadó del Diablo y Farré nos perdonó la vida con ese zurdazo que se perdió en las sierras. Lo nuestro fue precario y sólo se puede contabilizar el desborde de Ferreyra que el chico Eloy desperdició por la falta de experiencia. Sí, ya sé, Maglio se comió otro penal por la mano de Teté González luego del tiro libre de Ferreyra. No soprende, si no vio el de Orban a Mancuello contra Tigre, ¿querés que te cobre éste? No, imposible. Lo bueno es que sirva para callar a todos los bocones que dicen que a Independiente lo viven ayudando y que los rivales juegan al trotecito. Cuánta mentira tiran y tiran y cada fecha que pasa se les acaba el discurso. Ya sabemos que esto será así hasta el final y por eso desde hoy hay que pensar en Estudiantes que levantó con Pellegrino. Si bien a Brindisi no se le puede achacar nada desde el 0-2 frente a Rafaela, sería bueno que insista con los pibes como lo hizo con Fernández, Godoy, Villalba y un par más que jugaron en la Copa Argentina. Creo que para tener más variantes en el banco debería apostar a Pizzini y Trejo, que darían aire fresco y tirarían mejor onda que Farías, un jugador que tiene la cabeza en otro lado y resta. Muchachos, faltan cuatro fechas y hay que seguir peleando para zafar del abismo. Miremos para adelante, como siempre...

Beto Tisinovich
Diario Olé, lunes 27 de mayo de 2013

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