0
Sin nada que ofrecer, y sin demostrar algo nuevo más allá del cambio de entrenador, el Rojo cayó por 2 a 0 ante Rafaela, y pudo ser peor.



Difícil imaginar un partido peor para este Independiente, que había ilusionado quizás solo desde la ficción de tener a un técnico nuevo sentado en el banco. Sin embargo, fue aún peor de lo que había mostrado hasta acá en lo que va de un Torneo Final en el que el equipo se hunde cada vez más en la tabla del descenso.

Apenas comenzado el partido hubo dos buenas llegadas del Rojo, con Farías apurándose a definir un error de Sara en la salida, y Ferreyra pifiando increíblemente un remate de frente al arco en el área chica. Y ahí nomás, en ese principio caliente, llegó el gol de Rafaela a través de un ex Independiente como Federico González, quien entrando solo por el medio conectó un centro a la red.

Sobre llovido mojado, y mientras el local se perdía nuevas situaciones, Mancuello veía la segunda amarilla y se iba expulsado antes de la media hora de juego. El problema no era ese sino que Independiente ni siquiera generaba algo con qué ilusionarse.

Pero aún peor fue el segundo tiempo, cuando el Rojo casi no cruzó la mitad de la cancha y lo más cerca que tuvo de preocupar al rival fue un corner. Era tristísimo ver cómo no sólo no había ninguna reacción de parte de los hombres de Brindisi que hiciera pensar en una remontada. Y Rafaela, que había errado goles de todo tipo, selló el partido a los 30' y si no goleó fue por impresición propia.

Emiliano Penelas

Publicar un comentario