Lo dice Lechu Rodríguez, el técnico de la Reserva del Rojo. La Piponeta pelea el título con Boca y Vélez pero su entrenador cuenta que el objetivo principal es que los chicos que suben, rindan.
Santiago Rodríguez tiene 35 años, le dicen Lechu y es el actual entrenador de la Reserva de Independiente que pelea el título mano a mano con Boca y Vélez. Fue marcador central pero una lesión (un desprendimiento de retina en su ojo derecho) lo alejó de las canchas. De hecho, él hizo aquel gol con el que Banfield le ganó a Lanús después de 33 años, en el Clausura 03: “Un gol de casualidad. Me la bajó Garrafa y fue increíble”, recuerda Rodríguez en la charla con Olé.
-La lesión apresuró tu decisión de dirigir.
-Con Cristian éramos compañeros en la 6ª del Rojo y yo ya sabía que iba a ser entrenador y pensaba como tal.
-¿Dirigir a los más pibes qué tiene de distinto?
-Están en la última etapa de su preparación. Tenés que estar con ellos, enseñarles a ser profesionales. Son jóvenes, no podés prohibirles salir pero tenés que enseñarles cómo y cuándo. Los estás preparando para lo que se viene y no todos están capacitados. No es simple pero se puede.
-Más allá de la amistad con Cristian. ¿Cómo manejan los grupos?
-Soy parte del cuerpo técnico de Cristian y hablamos todos los días. Los que bajan de Primera lo hacen con responsabilidad. Nos respetan y eso hace a la unidad del grupo. Ambos coincidimos en que los laterales sepan jugar y buscamos eso, por ejemplo.
-¿Tratás de jugar con el mismo esquema?
-Debe ser de esa manera porque nosotros proveemos a la Primera. Cuando le toque estar, dependerá de su rendimiento y no de una adaptación al esquema. A mí me gustaba jugar con 4-3-1-2 pero adapté el esquema al gusto de Cristian y reconozco que ahora uso, a gusto, el 4-1-4-1.
-¿La meta es el título?
-Nos importa más darle jugadores a la Primera que salir campeones. Obvio que queremos el título y si se nos da lo disfrutaremos. Pero nuestro trabajo es que la Primera recurra a nuestros chicos y rindan. Somos los sparring en la semana: nos paramos como se para el rival, como necesita Cristian para practicar pelota parada. Nosotros trabajamos y pensamos siempre sobre lo que él pretende. Si la Reserva gana pero la Primera pierde, no se disfruta.
Débora D'Amato
Diario Olé
Santiago Rodríguez tiene 35 años, le dicen Lechu y es el actual entrenador de la Reserva de Independiente que pelea el título mano a mano con Boca y Vélez. Fue marcador central pero una lesión (un desprendimiento de retina en su ojo derecho) lo alejó de las canchas. De hecho, él hizo aquel gol con el que Banfield le ganó a Lanús después de 33 años, en el Clausura 03: “Un gol de casualidad. Me la bajó Garrafa y fue increíble”, recuerda Rodríguez en la charla con Olé.
-La lesión apresuró tu decisión de dirigir.
-Con Cristian éramos compañeros en la 6ª del Rojo y yo ya sabía que iba a ser entrenador y pensaba como tal.
-¿Dirigir a los más pibes qué tiene de distinto?
-Están en la última etapa de su preparación. Tenés que estar con ellos, enseñarles a ser profesionales. Son jóvenes, no podés prohibirles salir pero tenés que enseñarles cómo y cuándo. Los estás preparando para lo que se viene y no todos están capacitados. No es simple pero se puede.
-Más allá de la amistad con Cristian. ¿Cómo manejan los grupos?
-Soy parte del cuerpo técnico de Cristian y hablamos todos los días. Los que bajan de Primera lo hacen con responsabilidad. Nos respetan y eso hace a la unidad del grupo. Ambos coincidimos en que los laterales sepan jugar y buscamos eso, por ejemplo.
-¿Tratás de jugar con el mismo esquema?
-Debe ser de esa manera porque nosotros proveemos a la Primera. Cuando le toque estar, dependerá de su rendimiento y no de una adaptación al esquema. A mí me gustaba jugar con 4-3-1-2 pero adapté el esquema al gusto de Cristian y reconozco que ahora uso, a gusto, el 4-1-4-1.
-¿La meta es el título?
-Nos importa más darle jugadores a la Primera que salir campeones. Obvio que queremos el título y si se nos da lo disfrutaremos. Pero nuestro trabajo es que la Primera recurra a nuestros chicos y rindan. Somos los sparring en la semana: nos paramos como se para el rival, como necesita Cristian para practicar pelota parada. Nosotros trabajamos y pensamos siempre sobre lo que él pretende. Si la Reserva gana pero la Primera pierde, no se disfruta.
Débora D'Amato
Diario Olé
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