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Cachavacha rompió la maldición de más de un año sin marcar para su Selección anotando los dos últimos goles en el 3-0 ante Paraguay, en la final de la Copa América. Luis Suárez, figura del torneo, había abierto la cuenta para el 15º título Celeste.

Uruguay se consagró campeón de la Copa América por decimoquinta vez en su historia al derrotar en la final jugada en River a Paraguay, por 3 a 0. Luis Suárez, elegido la figura del torneo, y Diego Forlán, en dos ocasiones, marcaron los goles de la Celeste.

Los dirigidos por Oscar Tabárez llegaban como favoritos, habiendo eliminado a la Argentina en Cuartos de final, y jugando ante una Albirroja que no había obtenido victorias en el certamen, sino que avanzó producto de cinco empates y una gran labor de su arquero Justo Villar en las definiciones por penales.

Luis Suárez, luego de aprovechar un rebote de Ortigoza, marcó el primero a los 11 minutos de la primera parte. Aumentó Forlán a los 41’, sacándose la mufa de no poder marcar un gol con la camiseta uruguaya desde el Mundial de Sudáfrica que lo había consagrado como el mejor jugador del planeta.

En el segundo tiempo la cosa ya parecía definida pero la Celeste siguió buscando mientras Paraguay era una sombra en la cancha. Sobre la hora, a los 44, otra vez Cachavacha, apareciendo con apenas un toque, puso el 3-0 definitivo.

Uruguay 3 - Paraguay 0
Uruguay: Fernando Muslera; Maxi Pereira (A), Diego Lugano, Sebastian Coates (A), Martín Cáceres (A) (Diego Godín, 88’); Diego Pérez (A) (Sebastián Eguren, 70’), Arévalo Ríos, Álvaro González, Álvaro Pereira (Edinson Cavani, 63’); Diego Forlán y Luis Suárez.
DT: Oscar Tabárez.

Paraguay: Justo Villar; Iván Piris, Paulo da Silva, Dário Veron, Elvis Marecos; Néstor Ortigoza, Cristian Riveros, Victor Cáceres (A) (Hernán Pérez, 64’), Enrique Vera (A) (Marcelo Estigarribia, 64’); Nelson Haedo Valdez y Pablo Zeballos (Lucas Barrios, 76’).
DT: Gerardo Martino.

Goles: 11’ Luis Suárez, 41’ y 89’ Diego Forlán.
Juez: Salvio Fagundes Filho (Brasil).
Estadio: Estadio Antonio Vespucio Liberti (River), Buenos Aires, Argentina.

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La Caldera del Diablo dijo... 27 de julio de 2011, 3:00 a.m.

Cuanta indignación para el único equipo que jugó al fùtbol en un campeonato mediocre, que ganó siempre dentro de los 90 minutos (con excepción de Argentina, nada menos que el local, al que le jugó con 10 muchos minutos) y que fue un justo ganador.
Lo del premio Fair Play será una anècdota, nadie lo recordará y probablemente sea inmerecido, como lo eran casi todos los premios al "mejor del partido" que le dieron a Messi porque su foto paga màs para el sponsor. Son cosas del negocio. Y no te angusties con el Nobel de la Paz, que ya se lo dieron a Obama, el que mató a Bin Laden...
Abrazo

E