No por repetida o conocida la historia deja de ser sorprendente y entusiasmarnos como la primera vez que nos contaron ese cuentito que dice que hace 42 años tres hombrecitos viajaban al espacio para que dos de ellos pusieran por primera vez su pie terrícola en el satélite planetario.
La Luna recibía entonces a Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins, y la hazaña interestelar coronaría otro momento de gloria para el club de fútbol más ganador de la Tierra. Independiente los había hecho socios, les había enviado sus carnés a la NASA, junto con distintivos, banderines y equipos completos para sus hijos varones. Todo fue agradecido mediante carta formal del centro espacial norteamericano dirigida a la sede de Avenida Mitre.
A su regreso de la Luna, con la recorrida mundial de los héroes, en noviembre de 1969 Armstrong y Collins visitaron la Argentina y en la embajada de los Estados Unidos le comunicaron a Héctor Rodríguez, entonces secretario de Cultura y de Relaciones Públicas del Rojo y mentor de la idea, que el banderín de Independiente había realizado todo el viaje a la Luna a modo de cábala. "Porque nosotros, antes del viaje, le habíamos expresado que ellos iban a realizar la hazaña más importante del siglo y eso lo había impactado", manifestó el propio Rodríguez en una entrevista, años más tarde.
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