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Independiente y sus hinchas nos ilusionamos con el sueño del campeonato, pero todavía falta sacar un punto más para zafar de la promoción definitivamente.

Aunque todavía le queda un punto para considerarse fuera del problema de la promoción definitivamente por la temporada 2010/2011, Independiente soñó durante 90 minutos que podía acercarse a la lucha por el campeonato.

Muchas veces hemos señalado la irregularidad de un torneo que derivará en un ganador lleno de derrotas y pocos puntos (igual, lejos de los 34 puntos del Newell's de Gallego) y por eso posibilita casos insólitos como el del Rojo.

Y terminamos confiándonos en que de todas maneras se hizo el esfuerzo, porque con un equipo diezmado ya dentro de lo poco que tiene en el plantel, los muchachos de Mohamed fueron dignos en la última derrota ante Lanús, donde no sólo tuvieron como adversario al Granate, sino también a los fallos (errores) de la terna arbitral y quién sabe si algún otro poder más elevado aún.

De todas maneras, más allá de adónde nos lleve la pasión, es evidente que este plantel necesitará cambios, habrá que ver qué tipo de depuración se hace con miras al segundo semestre en el que el Rojo deberá defender la Sudamericana y enfrentarse con el desafío de la Recopa y la Suruga Bank, además del Apertura y la necesidad de no descuidarse para no penar entonces el año próximo.

Los refuerzos, una vez más, deberán ser de jerarquía, deberán tener prestigio para vestir la camiseta Roja, deberán ser jugadores de nivel que demuestren llegar a un club grande con hambre de gloria, y no meros rellenos llegados sin otro rumbo donde caer.

Otro momento importante del año estará sobre el final, cuando en diciembre decidamos nuevamente el futuro institucional del Club, con la elección presidencial. Todo obliga a que en el segundo semestre deberán hacerse mejor las cosas, para que las ilusiones sean concretas.

Emiliano Penelas

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