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La página de la FIFA publica un muy buen artículo sobre "La Masia", donde por años se gestaron las divisiones inferiores del Barcelona.


En una época en que demasiados clubes de fútbol se decantan por “poner parches” al construir sus equipos, comprando jugadores a menudo extraordinariamente caros a sus equipos rivales, la filosofía blaugrana podría parecer de otros tiempos. Mientras que muchos se rascan el bolsillo para contratar a los mejores futbolistas, el Barça sigue dedicando sus mayores esfuerzos a potenciar a sus juveniles, en un programa que ha logrado llevar al primer equipo y más allá a enormes talentos.

A pesar de que muchos otros clubes tienen canteras con historia, ninguno ha podido alcanzar el éxito de La Masia de estos últimos años. Esta casa se ha convertido en el símbolo del fútbol base del Barcelona, en la cuna en la que las futuras estrellas azulgranas mamaron una fi losofía de toque y posesión de balón que ha generado una gran admiración en el mundo del fútbol en los últimos años. A la sombra de sus muros maduraron como futbolistas los tres primeros clasifi cados del Balón de Oro de 2010, Iniesta, Xavi y el argentino Messi, en un hecho sin precedentes, ya que nunca tres jugadores de la misma cantera habían sido finalistas.

Además de Iniesta y Xavi, otros siete jugadores criados en La Masia ganaron con España el Mundial de Sudáfrica. Carles Puyol, Gerard Piqué, Sergio Busquets, Pedro Rodríguez, Víctor Valdés, Cesc Fàbregas y Pepe Reina, aunque estos dos últimos ya no juegan en el Barcelona, también estaban el 11 de julio de 2010 en el Soccer City de Johannesburgo cuando la Roja ganó a Holanda por 1-0 en la final.

En poco más de tres décadas, la cantera del Barcelona ha visto nacer además de a Messi y los nueve campeones del mundo en Sudáfrica a jugadores como Mikel Arteta, Pep Guardiola, Guillermo Amor, Luis Milla, Nayim, Iván de la Peña o Albert Celades, todos ellos centrocampistas exquisitos.

Décadas de inversión
Las últimas perlas del centro de formación barcelonista son Bojan Krkic, Jeffren Suárez, Jonathan dos Santos y Thiago Alcántara, este último hijo de Mazinho, aquel volante brasileño que fue campeón del mundo en Estados Unidos 94.

Como bien dejan entrever algunos de estos nombres, el éxito de La Masia no llegó de un día para otro, sino que es el resultado de un ambicioso proyecto de más de tres décadas.

La filosofía de confianza en los jóvenes, de toque y de posesión del balón, si bien se identifica ahora con el club catalán, se heredó del Ajax de Ámsterdam gracias al técnico holandés Rinus Michels, que la trajo al llegar al Barcelona en 1976, aunque no despegó realmente hasta octubre de 1979, cuando el club empezó a recibir a “residentes” tras la inauguración de las instalaciones. Tres décadas después, ha encontrado su punto álgido.

Construida en 1702 en el mismo terreno donde más tarde se levantaría el Camp Nou, esta antigua casa de campo ha sido declarada monumento histórico-artístico por el Ayuntamiento de Barcelona y es el referente de toda una generación de jóvenes que sueñan con vestir la camiseta azulgrana algún día.

Albert Puig, coordinador del centro de formación del FC Barcelona, es consciente de la importancia que tuvieron Rinus Michels y otro holandés, Johan Cruyff, que nació como jugador en la cantera del Ajax y fue el técnico azulgrana que entre 1988 y 1996 dirigió al “Dream Team”.

“Con la llegada de Rinus Michels se instauró metodológicamente el juego de posesión de balón de la escuela holandesa. Al mismo tiempo, Laureano Ruiz, en las categorías inferiores, introducía dicha filosofía. Con la llegada de Cruyff al banquillo, todo el fútbol base pasó a jugar el 3-4-3 con el que jugaba el primer equipo. Más tarde, con la llegada de Frank Rijkaard, el primer equipo y todo el fútbol base empezó con el sistema 4-2-3-1, para cambiar al poco tiempo al 4-3-3 actual”, explica Puig, que trabajó nueve años como técnico del centro de formación barcelonista, antes de ser el coordinador.

La semilla de Michels fue sembrada por hombres de la casa como Oriol Tort, Joan Martínez Vilaseca y Laureano Ruiz, pero fue Cruyff el que decidió que todos los equipos del Barcelona jugaran de la misma manera, para que el pase de los canteranos al primer equipo fuera más sencillo.

Pep Guardiola, formado en La Masia y actual técnico azulgrana, ha seguido esa filosofía institucionalizada por Cruyff y se ha convertido además en el entrenador que ha confiado más en la cantera. “Todos los entrenadores, desde la época de Cruyff, han confiado en la cantera. Guardiola es el referente porque ha mamado todo esto desde el inicio. Fue jugador del Barcelona, entró con trece años en La Masia, ha sido capitán del primer equipo y entrenador del fútbol base”, explica el coordinador del fútbol base.

Un proyecto a largo plazo
Para Albert Puig, que coordina el centro junto con Guillermo Amor, ex jugador salido de La Masia y que ocupa el puesto de director deportivo del fútbol base, la diferencia respecto a otros grandes equipos europeos es que el club azulgrana se atreve a dar oportunidades a sus jóvenes. En la actualidad, el 50% de la plantilla del primer equipo del Barça proviene de la cantera, aunque Puig insista en que esta cifra no es un objetivo marcado a fuego para ellos.

“No sé si la nuestra es la mejor cantera del mundo, pero sí una de las mejores. Está enfocada y destinada a sacar jugadores para el primer equipo. Hay otras canteras que pueden tener mucha calidad, pero no se transfi ere esa calidad, ese talento, al primer equipo, porque no se apuesta por estos jugadores, como ocurre aquí. Por muchos jugadores buenos que tengas, si no los subes al primer equipo, no servirá para nada –señala Puig–. Algunas temporadas hay más jugadores de la cantera en la plantilla y otras menos, pero nuestra filosofía siempre es lograr que nuestros jóvenes debuten en primera división”.

Ahora que el Barcelona está recogiendo los frutos del largo esfuerzo, se habla de que otros clubes europeos quieren copiar su metodología y filosofía, pero Puig señala que se necesita paciencia.

“No es un tema que se haga en uno o dos años. Es una siembra a largo plazo. Nosotros llevamos treinta años con este trabajo. También es muy importante que el aficionado quiera ese estilo de juego que se ha decidido, porque si no le gusta, se crea un problema. Al aficionado del Barça le gusta el sistema y quiere que el equipo juegue con esa fi losofía –explica Puig–. La gran mayoría de los equipos siempre depende del entrenador del primer equipo, del presidente. Los cambios que se producen en los clubes cada dos o tres años hacen que varíen las ideas, pero el Barça siempre ha mantenido la misma filosofía en el fútbol base y esta es la principal diferencia respecto a otros equipos. Esa es la clave del éxito”, afirma.

Trío dorado
Este éxito nunca fue tan evidente como el 10 de enero de 2011, cuando Messi recogió el Balón de Oro de la FIFA, habiendo superado a sus dos compañeros de pupitre. Además de ser un gran honor personal para los tres jugadores, en Barcelona se entendió que el galardón era un éxito colectivo, tanto para el personal actual de La Masia como para quienes estuvieron antes que ellos.

“Estamos muy orgullosos, llenos de satisfacción con este momento que vivimos –explica Puig–. Todo es debido al trabajo de todas las personas que durante estos treinta años han decidido seguir de la misma manera y se han esforzado por conseguir esto. No porque nosotros estemos ahora nos tenemos que poner las medallas. Es el trabajo de mucha gente y de una misma idea consolidada durante muchos años para llegar ahora a un momento muy bonito como que los tres mejores jugadores del mundo sean de nuestra cantera”.

El director de La Masia, Carles Folguera, estaba entusiasmado con la nominación de Iniesta, Xavi y Messi como mejores jugadores del mundo. Además del éxito en el campo, Folguera cree que el atractivo estilo de juego y el claro amor que estos jugadores profesan por el fútbol (algo que también se enseña en la cantera) es clave para llegar a lo más alto.

“Tener a los tres finalistas al Balón de Oro en el equipo demuestra la excelencia a la que ha llegado el club como institución. Es evidente que al Barça se le admira por sus victorias, pero el reconocimiento social y deportivo que disfruta el club va más allá de eso. Tiene que ver con el modelo de fútbol de proyectamos, demostrando que se puede ser competitivo y ganar mientras se divierte al espectador. Messi, Iniesta y Xavi son tres jugadores muy diferentes pero comparten algo: disfrutan jugando al fútbol y hacen que el público disfruten con ellos”.

Folguera está convencido de que la triple nominación de este año servirá para que los chicos de la cantera quieran más que nunca emular sus pasos, lo cual puede resultar una amenaza para otros clubes.

Fuente: FIFA.com

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