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El silencio del plantel para con los periodistas es respetable aunque, de este lado del mostrador, la medida no se comparte.

Claro que después del 4-0 ante Newell's pareció que se empezaba a enderezar el rumbo. Se venía un rival ideal para sumar de a tres y ganar de visitante luego de más de 11 meses, pero los muchachos y el técnico fallaron en el intento. Es que jamás en el desarrollo del match los vestidos de rojo fueron superiores. Ni tampoco aprovecharon la ventaja gracias al jugadón de Jairo (el diferente) que Parra empujó a la red. La lesión del colombiano confundió a Mohamed, quien puso a Battión (falto de fútbol y de reacción), desarmó la línea de cuatro y la solvencia defensiva se fue al tacho. Quilmes empezó a llegar, y si bien empató en offside (el árbitro y los asistentes se equivocaron para los dos), hay que decir también que fue justo. Muchas veces al Turco se lo ponderó en esta columna por los planteos y cambios, pero ayer no pegó ni uno. Cuando salió Castillo estaban para entrar Defederico o Núñez. Cuando salió Pellerano (lento, cansado e impreciso), ahí Fredes o Godoy. Y la salida de Vélez, a no ser que estaba lesionado, hizo que Tuzzio juegue en el mismo partido en tres posiciones distintas y con diferentes esquemas. Y desde ahí partió el centro de Garnier, casi sin marca. Lo que se dice una verdadera ensalada pero sin ningún condimento apropiado. Señores futbolistas, levanten el volumen... del juego.

Beto Tisinovich
Diario Olé, domingo 20 de marzo de 2011

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