Independiente repitió el clásico: ganarle a racing. El 10/10/10 por la 10º fecha, el Rojo clavó un 1-0 sin que le sobre demasiado, salvo el festejo de siempre. El juvenil Báez marcó el único gol.
No se jugó bien, pero ¿es necesario aclarar de qué manera se festejó este clásico? Aunque ya a estas alturas, y como mencionamos más de una vez, lo clásico es el resultado. No hay más que tirarles la camiseta en la cancha para que Independiente se adueñe del partido ante racing.
Aunque el equipo de Russo haya tenido las mejores oportunidades, aunque Hilario Navarro resultara la figura del partido, aunque el Rojo haya hecho poco para quedarse con los tres puntos, lo cierto es que apareció la cabecita solitaria del juvenil Cristian Báez, sobre el final del primer tiempo, para marcar la diferencia y quedarse con un nuevo poroto en el historial, que ya crece a 22 victorias a favor de Independiente.
Mohamed planteó un esquema con cuatro defensores que se vio desbordado por las subidas de Hauche y algo de la presión que puso Lugüercio por su banda. Mareque no respondió bien, y en la segunda parte retrocedió unos metros. Pero el que se soltó fue el chico Báez, que subió al ataque con confianza. Claro, atrás estaba San Hilario para anular todos los intentos de un racing que se fue repitiendo a lo largo del partido.
No tiene mucho sentido continuar analizando el partido, sobre todo porque había que ganarlo, era un clásico, el comienzo de un ciclo y la posibilidad de que este plantel se encuentre con su gente en ese festejo que hizo delirar, como ya es costumbre, a casi toda Avellaneda.
Emiliano Penelas
Fotografías: Federico Peretti, especial para La Caldera del Diablo
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