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Sudáfrica no permitió el ingreso de una decena del grupo "Hinchadas Unidas Argentinas".

Pillín Bracamonte

Argentina ya está ganando el Mundial, al menos, el de la vergüenza. Las autoridades sudafricanas debieron tomar cartas en el asunto e impedir el desembarco en el país sede de la Copa del Mundo de algunos de los personajes más peligrosos que merodean el fútbol argentino y que insólitamente habían logrado autorización y pasaporte para viajar a Sudáfrica, pese a los antecedentes de varios de ellos, con homicidios a cuestas y varias causas pendientes.

En consecuencia, diez barrabravas fueron detenidos ayer cuando arribaron al aeropuerto sudafricano de Johannesburgo, y, después de varias horas de demora, se resolvió deportarlos; entre los que aparece el líder del sector violento de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte y el líder de la hinchada de Independiente, Pablo Alejandro “Bebote” Alvarez.

Los barras llegaron al país durante la madrugada de ayer junto a otros 80 simpatizantes, casi todos integrantes de Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), la ONG que maneja el dirigente Marcelo Mallo, para ver el Mundial y seguir los partidos que dispute la Selección argentina.

Entre los detenidos están “Pillín” Bracamonte, “Bebote” Alvarez, Juan Duarte de Lanús, Luis Tucchi de Huracán, Julio César Navarro y Sergio Gustavo Roldán, de San Miguel de Tucumán.

La HUA (Hinchadas Unidas Argentinas) tiene previsto que alrededor de 325 personas viajen a Sudáfrica en carácter de hinchas y un grupo de ellos llegó ayer, contingente del que forman parte los detenidos, mientras que otra parte lo hará hoy y la restante el miércoles junto a Mallo.

Los violentos se hospedan en el Christian Progress College, que adelantó sus vacaciones para dar hospedaje a los que arriben al país para ver el Mundial.

Según Mallo, en esa escuela pública de Pretoria se abonan sólo “11 dólares diarios” por cada estadía. “La gente del colegio está feliz de que vayamos porque ese dinero que les vamos a pagar es una ayuda que les va a servir mucho”, agregó el dirigente oriundo de Quilmes Mallo, en declaraciones a La Cornisa de La Red, explicó que “los hinchas que viajan al Mundial juntaron dinero durante mucho tiempo, después de resolver unirse para evitar la violencia. Por lo que considero algo positivo que viajen a ver el Mundial y de esa manera evitar que haya muertos en las canchas de nuestro país”, en una particular lectura de la negociación que benefició a estos personajes.

Entre los deportados se encuentra Andrés “Pillín” Bracamonte, líder de la hinchada de Rosario Central, quien había obtenido un permiso especial de la Justicia argentina para viajar, ya que tiene causas judiciales abiertas, entre ellas una por homicidio.

El grupo de barras partió el sábado desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza mostrando banderas de apoyo al seleccionado local y dos de los integrantes lucieron máscaras de la presidente Cristina Fernández y del ex mandatario Néstor Kirchner.

Bracamonte llegó a Sudáfrica junto a Julio César “Cara de Goma” Navarro (Rosario Central), Sergio Roldán (San Martín de Tucumán), Juan Duarte (Lanús), Pablo de Respinis y Luis Tucchi (Huracán).

Al arribar, las autoridades sudafricanas los demoraron por tener antecedentes en Argentina por contravenciones a la ley del deporte y por estar incluidos en una nómina entregada por la Subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Deportivos (SUBSEF).

Hugo Lopizano, comisario de la Policía Federal que viajó por ese tema, explicó que en un lugar pueden autorizarlos a viajar y en otros países rechazarles el permiso. El miércoles llegaría Marcelo Mallo, responsable de Hinchadas Unidas Argentinas.

Sólo se puede apelar en Tribunales argentinos
En ese sentido, el cónsul argentino en Johannesburgo, Carlos Rubio Reyna, le confirmó a Télam que los diez barrabravas que llegaron a Johannesburgo no pudieron ingresar a Sudáfrica.

“Sudáfrica tomó una decisión que es soberana y que sólo se puede apelar en los tribunales de su país, por lo cual, estas diez personas mañana regresarán a Buenos Aires”, dijo el cónsul argentino en Johannesburgo.

Los diez barrabravas se encuentran retenidos en el aeropuerto de Johannesburgo y custodiados por la policía sudafricana, y hoy deberán regresar a Buenos Aires.

Si bien el cónsul se excusó de dar los nombres de los diez barras que hoy serán deportados -porque recién el lunes había un vuelo hacia Buenos Aires-, fuentes policiales confirmaron algunos de los personajes que deberán regresar.

Los barras habían partido ayer de Buenos Aires con destino Río de Janeiro, para seguir luego a Luanda (Angola) y Johannesburgo.

Los diez argentinos, que llegaron junto a un grupo de unos 80 barras bravas más, pasarán la noche en una sala del aeropuerto de Johannesburgo, con una importante custodia policial. En la mañana de hoy, en un vuelo de South African Airways, de este lunes los diez integrantes de las barras bravas argentinas viajarán en forma directa al aeropuerto internacional de Ezeiza.

La visión de Paladino
Pablo Paladino, titular de la Secretaría de Seguridad de Espectáculos Deportivos (SUBSEF), se refirió al tema y aclaró: “A través de un trabajo en conjunto de nuestra secretaría con el gobierno africano y las provincias argentinas que brindaron información de antecedentes, la policía del país anfitrión del Mundial decidió la detención de estos hinchas y en los próximos días se podría avanzar en la deportación”, explicó a Radio 10 Pablo Paladino de SUBSEF.

Los integrantes de la polémica comitiva que no fueron detenidos serán monitoreados por las autoridades sudafricanas. “Algunos que han pasado están siendo monitoreados porque la fuerza de seguridad está advertida, por lo que podría haber más detenidos. Quien toma la determinación final es el gobierno sudafricano, que hace un seguimiento constante y exhaustivo sobre los sospechosos”, alertó Paladino.

Bracamonte, que había salido del país acompañado por su esposa, fue imputado por la Justicia local por tentativa de homicidio y por arrojar bombas de estruendo en el último partido que enfrentó a las selecciones de Brasil y Argentina en las eliminatorias para el Mundial.

Los demás barras salieron del aeropuerto escoltados por la policía sudafricana, luego de permanecer varias horas en la zona de arribo a la espera de que se definiera la situación de sus compañeros.

Fuente: Diario Popular.

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