En el último (y único) amistoso antes del Mundial, la Selección argentina le ganó casi sin despeinarse a un rival débil, conformado por muchos jugadores veteranos sin ningún prestigio en el contexto futbolístico. Pero la excusa era que justamente el equipo de Maradona pueda despedirse con goles de nuestro país, y cumplió, aunque desde lo futbolístico poco aportó.
En el primer tiempo ya se liquidó la historia con tres goles. Al cuarto de hora, Maxi Rodríguez clavó un golazo de tiro libre. Parecía penal pero el árbitro lo dio en el borde del área, sobre la franja izquierda del ataque, y Maxi la puso en el segundo palo, inapelable.
Pasada apenas la media hora de juego una gran acción de Carlos Tévez, que llegando a la media luna la abrió para que el Colchonero toque suave y cruzado. Y a los 36', un golazo de Ángel Di María puso el 3-0 para ir a los vestuarios festejando de antemano.
En la segunda parte, mientras Maradona ya utilizaba a todos los mediocampistas que llevará a Sudáfrica, la presión de Higuaín y un error de "solteros contra casados" en la salida canadiense, hizo que el Pipita cediera el gol a Carlos Tévez, el que nunca guarda nada y por lejos fue de lo mejor en cancha.
Justamente Agüero reemplazó a Tévez y sólo un minuto en cancha le alcanzó al Kun para calcar la definición del gol ante racing y dejar al defensor canadiense igualito a Crosa, dando vueltas en el área, para marcar el quinto gol argentino.
Lo demás, dejar que el tiempo pase hasta el final del encuentro. Ahora se terminaron las especulaciones, ojalá se puedan florear en el Mundial.
Emiliano Penelas
Estadio: River Plate, Buenos Aires.
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