0
Independiente cayó luego de siete partidos. Gimnasia le ganó en el Bosque por 2 a 1, con goles de Marco Pérez. Mancuello había empatado para el Rojo, que volvió a jugar mal. De todas formas, seguirá siendo el único puntero si Godoy Cruz no vence a racing.

Si fuera boxeo, podríamos quedarnos con la impresión de que el gasto final lo hizo Independiente, que buscaba el golpe de knock out que hubiera significado un empate inmerecido por lo hecho en 80 minutos. Porque salgo esos últimos diez, lo del Rojo volvió a ser muy pobre para un equipo que aspira a quedarse con el título frente a otro que pelea el descenso.

En la primera mitad el gasto fue del local, empujado por su gente y la necesidad de llevarse los tres puntos. Gabbarini, otra vez figura, comenzó atorándole el grito a Stracqualursi, pero apenas a los 20 minutos ese gran goleador que tiene el Lobo, el colombiano Marco Pérez, definió sobre el cuerpo del arquero, que esta vez no pudo evitar el gol.

Independiente no reaccionaba, Gimnasia le manejaba el partido a voluntad, aunque no podía concretar una mayor diferencia. Cuando quedaban cinco minutos Acevedo abrió una muy buena pelota para la llegada de Mancuello por izquierda, quien remató cruzado y puso el empate mentiroso, en la única que tuvo el Rojo en la primera parte.

Pero en el segundo tiempo Gimnasia salió nuevamente a buscar el partido, con Encina manejando los tiempos y obligando nuevamente a Gabbarini. Hasta que promediando el tiempo Mareque cerró mal frente a Pérez y el moreno se fue solo contra el golero, y puso el segundo.

El amor propio, el empuje de la gente, las ganas de mantener la punta y de no dejar un invicto de siete partidos hizo que Independiente fuera pura garra en los diez minutos finales. Gandín tuvo en sus pies el empate, luego de encontrarse con una pelota en el área chica, pero el Chipi se la dio mansa a las manos de Sessa, ya derrotado en el piso.

El Rojo sigue primero, pero mañana Godoy Cruz puede alcanzarlo si derrota a racing en Avellaneda... ¿habrá que gritar un gol de la academia?

Emiliano Penelas

Publicar un comentario