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Pasadas ya las estadísticas, enmarcadas en la sección "Números finales" con que solemos coronar cada torneo, es tiempo con toda esa información de plantear balances.

Si tomamos en cuenta el año calendario, éste ha sido en el promedio apenas satisfactorio. La pésima campaña del Clausura fue maquillada con una más que aceptable labor en el Apertura, que paradojas de nuestro fútbol cierra 2009.

En el primer semestre el Rojo finalizó 16º, con 21 puntos producto de 6 triunfos, 3 empates y 10 derrotas, resultando el equipo más derrotado y más goleado. Sufrió 36 gritos en contra producto de algunas goleadas apabullantes , que dejaron el saldo de -14 en la diferencia de gol. Además, el equipo tuvo dos entrenadores (se fue Santoro, llegó Gallego) y un sólo jugador (Daniel Montenegro) marcó más de la mitad de los goles del Rojo (12 de los 22), quedando a uno del máximo artillero.

Sin dudas, todo ese caudal de malos resultados hicieron que la segunda parte del año comenzara con dudas, sobre todo luego de perder el primer encuentro ante Newell's. Sin embargo, de a poco el Rojo se fue recuperando, consiguió algunas victorias muy buenas, sobre todo los cuatro clásicos obtenidos como visitante, y se reconcilió con su público a fuerza de fútbol y triunfos.

Esta vez el equipo fue sólo de Gallego y ganó 10 juegos, empató 4 y perdió 5 para quedar cuarto en la tabla de posiciones, a 7 del campeón, y peleando el título casi hasta la última fecha, aunque quedará como el punto final la caída como local ante Banfield, en la 15º jornada.

No obstante, el Tolo superó en cantidad de puntos (34) a todas las campañas que se sucedieron desde el título de 2002, bajo su dirección técnica. Aunque no se logró el objetivo de clasificar a la Libertadores, el tema estaba difícil luego de la pobre actuación en el Clausura. Y finalizó el Apertura como el equipo más goleador del certamen (30).

Otra cosa positiva es que se recuperaron algunos jugadores con un gran campeonato (Mareque y Gandín, por ejemplo), se hicieron buenas incorporaciones de manera silenciosa (Acevedo, Busse, Piatti), se pudo repatriar a un defensor consolidado tras su experiencia europea (Matheu) y se afianzaron muchos juveniles surgidos de la cantera del Club (Mancuello, Gabbarini, Galeano, éstos últimos debutantes en el Apertura).

Desde lo institucional, si bien todavía falta mucho, la reapertura del Estadio Libertadores de América es un hecho destacable y que valoriza la presencia del Rojo no sólo en su localía, sino ante su público y los rivales.

Todo esto hace pensar en un 2010 que mejore aún la campaña última, y ser optimistas respecto de que cuando estemos finalizando el "año temporada", si el plantel no se desmiembra y se consiguen refuerzos de calidad, el balance nos indique un índice definitivamente positivo.

Emiliano Penelas

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