Pareciera que si Independiente no sufre no vale. Pero es cierto también que estamos ante un equipo que ha mostrado ya en varias ocasiones temple, agresividad y contundencia para ir a buscar los partidos, pelearlos y hasta aguantarlos cuando es necesario.
Tigre venía a la cancha de Lanús en busca de los tres puntos que se le vienen negando en el Apertura, y por eso salió a apretar al Rojo, que abusó de tirar el off side en casi todo el partido, pero en el primer tiempo especialmente. A los 15', una buena combinación de los delanteros visitantes acabó con Luna frente a Gabbarini definiendo con precisión.
Por suerte el Rojo pudo igualar la historia pronto, cuando apenas tres minutos más tarde un tiro libre muy bien ejecutado entre Mareque, tocando a un costado, y Acevedo, con un furibundo remate, la puso abajo junto al primer palo y dejó sin nada que hacer al arquero Ardente.
En ese primer tiempo pasó muy poco más, y ambos equipos terminaron aburriendo. En el segundo, con el ingreso de Martín Gómez, el Rojo recuperó la libertad de acción por los laterales. Acevedo se liberó en la marca y pudo asistir tanto al Pelado como a Busse, que mostró también lo mejor de sí en esta etapa.
La buena tarea llevada a cabo en el fondo por Galeano y Matheu (qué problema tendrá Gallego para decidir cuando Tuzzio esté recuperado) se pudo capitalizar en ataque con un cabezazo de Carlitos tras corner de Acevedo. El 2 a 1 era justo por lo que había buscado el Rojo. Sin embargo, Tigre comenzó a atacar y el ingreso de Martín Morel le aportó fútbol al conjunto de Cagna.
Gallego apostó nuevamente a Pusineri para controlar el mediocampo pero San Lucas está muy por debajo del resto del equipo y apenas duró 9 minutos en cancha, tras dos infracciones que Furchi decidió amonestar.
Con diez hombres, y Silvera metido entre los centrales haciendo un gran partido en ambas áreas, a pesar de no estar en racha con el gol, el Rojo terminó sufriendo pero quedándose con tres puntos importantísimos para seguir ilusionándose y prepararse para ir al Monumental a cortar la nefasta racha adversa.
Emiliano Penelas
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